Tres partidos suecos de derecha acordaron formar un gobierno minoritario con el apoyo sin precedentes de los demócratas suecos de extrema derecha , dijo el líder conservador Ulf Kristersson.

El gobierno entrante anunció de inmediato planes para reactores nucleares para satisfacer las crecientes necesidades de electricidad de Suecia.

“Se construirán nuevos reactores nucleares”, dijo a los periodistas el líder de la Democracia Cristiana, Ebba Busch.

Suecia ha cerrado en los últimos años seis de sus 12 reactores, y los restantes en tres plantas de energía nuclear generan actualmente alrededor del 30% de la electricidad utilizada en el país.

Pero ha luchado por encontrar fuentes de energía alternativas viables para reemplazar la energía nuclear, con energías renovables que aún no pueden satisfacer completamente sus necesidades.

El gobierno socialdemócrata saliente, en el poder durante los últimos ocho años, tradicionalmente se ha opuesto a la construcción de nuevos reactores, pero reconoció a principios de este año que la energía nuclear sería crucial en el futuro previsible.

El grupo energético sueco Vattenfall dijo en junio que estaba examinando la posibilidad de construir al menos dos pequeños reactores nucleares modulares (SMR).

Kristersson, quien se espera que se convierta en el próximo primer ministro, dijo a los reporteros que el gobierno de coalición estaría compuesto por moderados, demócratas cristianos y liberales, juntos “cooperando con los demócratas de Suecia en el parlamento”.

Se espera que el presidente del parlamento anuncie una votación el lunes para que Kristersson se convierta en el nuevo primer ministro, un mes después de que la derecha obtuviera una estrecha victoria en las elecciones generales, derrocando a los socialdemócratas después de ocho años en el poder.

Los cuatro partidos de derecha juntos ocupan 176 de los 349 escaños en el parlamento.

Los Demócratas Suecos de extrema derecha, una vez rechazados como parias en la escena política de Suecia, fueron los grandes ganadores de la votación del 11 de septiembre.

Emergieron como el segundo partido más grande con un récord de 20,5% de los votos, detrás de los socialdemócratas de la primera ministra saliente Magdalena Andersson, que han dominado la política sueca desde la década de 1930.