La misma justicia que exoneró al dictador Mubarak y sus secuaces condena a muerte a 14 islamistas
Cientos de integrantes de los Hermanos Musulmanes, del depuesto presidente Mursi, han sido sentenciadas a muerte en el último año. Ahora incluyen a Mohamed Badía, líder del partido
Un tribunal egipcio condenó a muerte al líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía, y a otros trece islamistas por la formación de la "sala de operaciones de Rabaa al Adauiya" para hacer frente a las autoridades. Los expedientes de estas catorce personas fueron remitidos al mufti Shauqi Alam, máxima autoridad religiosa de Egipto, para que emita su dictamen no vinculante. Organizaciones de derechos humanos han criticado los macrojuicios que se están celebrando en Egipto.
La Corte Penal de Giza dictará el próximo 11 de abril su fallo definitivo en este caso, en el que se acusa a los islamistas de dirigir operaciones para enfrentar a las autoridades después del desalojo de las acampadas de las plazas cairotas de Rabaa al Adauiya y Al Nahda en agosto de 2013, y propagar el caos en el país. Badía, así como otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes, ha sido ya sentenciado a muerte en otras causas por instigar a la violencia y estar implicado en disturbios.
Los catorce citados forman parte de un total de 35 procesados en este caso, el resto de los cuales conocerán su sentencia también en la sesión del día 11 de abril. Otros altos responsables de la Hermandad condenados a muerte en este caso son Mohamed Gazlan, Mustafa al Ganini y Saad al Huseini, todos miembros de la Ejecutiva de la cofradía. Cientos de personas han sido sentenciadas a pena de muerte en el último año en Egipto en macrojuicios que las organizaciones de derechos humanos han criticado por no respetar los principios de un proceso justo y por la severidad de las penas, entre otros motivos.
Algunos de los casos más polémicos se dieron en la ciudad de Al Minia, al sur de El Cairo, donde en pocos meses fueron sentenciados a la pena capital cientos de islamistas, entre ellos Badía. Hasta el pasado 7 de marzo ninguna de estas condenas había sido aplicada, pero ese día fue ejecutado en la horca un islamista sentenciado por asesinato durante las protestas por el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi en julio de 2013. Desde el golpe militar contra Mursi, dirigente de los Hermanos Musulmanes, las autoridades han perseguido a los simpatizantes, integrantes y líderes de la cofradía, que ha sido además declarada grupo terrorista.