El número de muertos por las lluvias e inundaciones que azotan el nordeste de Brasil ascendió este martes a 41, al tiempo que las autoridades buscan definir un criterio sobre la cantidad de desaparecidos en medio de un escenario de devastación.

Ciudades arrasadas por torrentes de agua, zonas anegadas y lodazales entre los que se descubren apenas algunos techos de
viviendas o campanarios de iglesias, eran las imágenes que mostraban los canales locales de noticias.

En el estado de Alagoas el número de víctimas fatales pasó a 29, declaró un vocero del cuerpo de Bomberos local, mientras que en el vecino estado de Pernambuco ese total fue corregido de 13 a 12, según una portavoz de la Defensa Civil.

Ante esta castastrófica situación en diversas ciudades, la mayor preocupación ahora es definir correctamente el total de personas consideradas desaparecidas, un total que el gobernador de Alagoas, Teotonio Vilela Filho, llegó a calcular en mil, aunque la prensa menciona unas 600 personas.

"Hasta el inicio de la tarde (del lunes) eran 26 muertes (en Alagoas) y más de 1.000 desaparecidos. Estamos rezando para que ellos estén con vida. Pero estamos preocupados porque los cuerpos ya comienzan a aparecer en las playas y los ríos", dijo Vilela Filho.