Los refugiados ucranianos están a merced de traficantes de personas en Polonia
Los que se amontonan en la frontera, con hambre, frío y sin dinero, quedan a la deriva y son fácil presa de los traficantes sexuales.
Las mujeres y los niños refugiados que huyen de la guerra en Ucrania hacia Polonia están siendo atacados por presuntos proxenetas y traficantes sexuales que operan solos y en pandillas, según organizaciones benéficas que trabajan en la frontera.
“Hemos registrado los primeros casos de [sospechosos] proxenetas que se aprovechan de mujeres ucranianas cerca de puntos de refugio para refugiados en Lublin; acosándolos, a veces de manera agresiva, con el pretexto de ofrecerles transporte, trabajo o alojamiento”, dijo Karolina Wierzbińska, coordinadora de Homo Faber, una organización de derechos humanos con sede en la ciudad polaca de Lublin.
“Estos no son solo hombres”, dijo. “También hay mujeres que intentan conseguir mujeres refugiadas en las estaciones de autobús”. Wierzbińska dijo que también había equipos de personas trabajando juntas para tratar de atraer a las mujeres a autos no identificados. “Vemos equipos esperando a las personas que llegan de Ucrania y pretenden ofrecer transporte o alojamiento a mujeres angustiadas y exhaustas por el viaje”, denunció.
“También estamos viendo múltiples parejas, generalmente un hombre y una mujer, que han viajado a la frontera en automóvil, intentando atraer a mujeres usando tácticas similares. Intervenimos en tales casos acercándonos a la persona que actúa de manera sospechosa y pidiéndole que se registre en nuestro directorio de voluntarios, en respuesta a lo cual generalmente huye”, explicó.
Desde que Rusia invadió Ucrania a fines de febrero, el ejército polaco, junto con los bomberos y la policía, han estado en la frontera de Medyka, el cruce más transitado de Polonia con Ucrania, para organizar y ayudar a los miles de refugiados que llegan todos los días.
Las últimas semanas también han visto la llegada de grupos de hombres con uniformes militares que afirman estar allí para proteger a las mujeres y los niños que cruzan las fronteras después de que las organizaciones de ayuda expresaran su temor de que la crisis de los refugiados desencadenara una ola de tráfico y explotación.