En un contexto de máxima tensión en Venezuela de cara al 10 de enero, día de la asunción presidencial, Nicolás Maduro anunció la detención de otras siete personas extranjeras, entre ellas, dos estadounidenses, calificándolos de "mercenarios". 

Precisó que se trata de dos ciudadanos de Estados Unidos “de altísimo nivel”, dos “sicarios” colombianos y tres ucranianos “que venían de la guerra en Ucrania a traer violencia al país”.

“Los agarraron con los kilos, compadre”, añadió, asegurando que se trata de estadounidenses detenidos “como nunca antes se habían capturado en Venezuela” y que "están convictos" y pronto estarán confesos. 

Los dichos de Maduro se alinean con acusaciones previas, como la realizada contra el gendarme argentino Nahuel Gallo. Frente a presiones internacionales y las detenciones, Maduro afirmó: “Siete capturamos hoy... Vamos por todo, vamos por ello porque Venezuela se respeta. Tenemos que asegurar la patria.”

Ayer mismo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, denunció que el Gobierno de Venezuela implementó en los últimos meses “una feroz represión, con torturas, desapariciones forzadas y asesinatos”, en medio de "una estrategia represiva coordinada para perpetuarse ilegítimamente en el poder".