Maduro juró y tomó posesión del poder por tercera vez consecutiva. Pese al rechazo de la comunidad internacional, el líder chavista extendió su mandato por otros seis años, cerrando las fronteras y con la asistencia del presidente cubano, Miguel Díaz-Canel. 

La oposición venezolana, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), denunció un "golpe de Estado". "Con la usurpación del poder por parte de Nicolás Maduro (...), apoyado por la fuerza bruta y desconociendo la soberanía popular expresada contundentemente el pasado 28 de julio, se ha consumado un golpe de Estado", dijeron en un comunicado.

En un fuerte gesto de repudio a la jura de Nicolás Maduro, Estados Unidos aumentó a 25 millones de dólares la recompensa por la detención de Maduro y Diosdado Cabello. Maduro, en un largo discurso, denunció un supuesto complot internacional y criticó a "el imperialismo", la derecha latinoamericana y al presidente Javier Milei, llamándolo "nazi", "sionista" y "sádico social".