Mataron a Osama bin Laden
Fuerzas especiales de Estados Unidos han matado al líder de Al Qaeda, anunció el presidente Barack Obama. Los agentes abatieron al líder de Al Qaeda en la localidad de Abottabad (a 80 kilómetros de Islamabad, en el norte de Pakistán) en una operación en la que no hubo bajas civiles ni estadounidenses.
El presidente ha asegurado que EE UU tiene el cuerpo del terrorista, un asunto de vital importancia para evitar el escepticismo que la noticia por sí sola podría causar en los circuitos islamistas radicales. Oficiales de EE UU han declarado posteriormente que un hijo adulto de Bin Laden y otros dos hombres podrían haber muerto en el ataque. Pese a todo, la cantidad de fallecidos en el asalto es incierta. Fuentes del Gobierno de Pakistán han narrado al servicio de BBC en el país que cinco guardias de Bin Laden cayeron también y cuatro más han sido detenidos.
En su alocución desde la Casa Blanca, Obama afirmó que, tras haber estado recibiendo desde agosto informaciones de inteligencia fiables sobre el lugar donde se encontraba Bin Laden, la semana pasada dio la orden de atacar y ayer "un pequeño grupo" estadounidense condujo la operación, en la que, tras un intercambio de fuego, se hizo con el cuerpo del terrorista.
En una comparecencia llena de dramatismo, Obama ha homenajeado a todas las víctimas del a tentado del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas, que causó casi 3.000 muertos. "Esta noche se ha hecho justicia", ha asegurado. El presidente ha agradecido a todos los agentes que participaron en la operación y a los que han ayudado durante estos años a perseguir al terrorista. "EE UU ha lanzado un mensaje inequívoco: no importa cuánto tiempo haga falta, se hará", concluyó el presidente estadounidense.
Alegría en Estados Unidos
El anuncio ha sido acogido con tremenda alegría en Estados Unidos. Manifestaciones de júbilo, gritos de "USA, USA", banderas estadounidenses y bocinas de automóviles pitando en son de celebración se escucharon desde la medianoche (siete de la mañana en España) en todo el país.
"Estoy aquí para convertirme en un testigo de la Historia. Mi novio será enviado al extranjero con los marines la semana que viene. Por eso estoy tan orgullosa por lo que ha hecho nuestro Ejército", contaba eufórica a las puertas de la Casa Blanca Laura Vogler, una alumna de la American University en Washington.
Poco antes de las once de la noche locales la emisión en televisión se interrumpió para adelantar que el presidente iba a comparecer con un anuncio de vital importancia relativo a la seguridad nacional. Las especulaciones se desataron y a los pocos minutos algunos medios anunciaban de forma no oficial la muerte del terrorista. Ya en ese momento los estadounidenses comenzaron a salir a la calle. Pronto Washington, Nueva York y las principales ciudades se han llenado de espontáneas muestras de alegría.
Los mensajes de móvil corrieron como la pólvora con la noticia que los neoyorquinos esperaban desde hace casi 10 años. "El bastardo ha muerto", decía con júbilo The New York Post antes del anuncio de Obama. "Ha tenido lo que se merecía", añadió Peter King, representante de los neoyorquinos en el Congreso de EE UU.
La Zona Cero de Manhattan, en la que se erigían las dos torres que derribó Al Qaeda, se ha convertido en uno de los puntos en los que más ciudadanos se han concentrado. Turistas, miembros del cuerpo de bomberos (más de 300 de ellos murieron en las labores de rescate tras los atentados) y neoyorquinos de todo pelaje se aglomeraron ante las cercanas pantallas de Times Square desde que aparecieron los primeros rumores de la noticia. La concentración se hizo multitudinaria después del anuncio.
Muchas de las reacciones han sido muy duras. "Había soñado con este momento, pero la muerte creo que es demasiado buena para él", asegura desde la Zona Cero Anne Marie Borcherdng, que perdió a su novio el 11-S en las Torres Gemelas. "Lo que le gustaría a mucha gente que está aquí hoy es tener su cadáver para poder escupirle".
Michael Bloomberg, alcalde de Nueva York, fue de los primeros en reaccionar al anuncio de la Casa Blanca: "Los neoyorquinos hemos esperado casi 10 años por esta noticia"."La muerte de Osama Bin Laden es una importante victoria y un tributo para los que luchan por nuestro país", añadió. El senador neoyorquino Charles Schumer declaró: "El corazón de los neoyorquinos sigue roto por la tragedia del 11-S, pero [la muerte de Osama Bin Laden] aporta algo de consuelo a las víctimas"
Fuente Diario El Pais