Miles de judíos ortodoxos protestaron contra su alistamiento en el Ejército
En las pancartas y carteles de la convocatoria denunciaron la intención de "los líderes de Tierra Santa" de destruir "el estilo de vida ortodoxo".
Miles de ultraortodoxos judíos se manifestaron en Jerusalén para protestar por la intención del Gobierno de aprobar una ley que obligue a una parte de ellos a servir en el Ejército, como lo hace el resto de jóvenes israelíes.
Los ortodoxos, con sus habituales levitas negras y camisas blancas, se concentraron frente a la oficina de alistamiento en Jerusalén, donde se registraron algunos enfrentamientos con la policía, informó la edición digital del diario "Yediot Aharonot".
En las pancartas y carteles de la convocatoria denunciaron la intención de "los líderes de Tierra Santa" de destruir "el estilo de vida ortodoxo y de profanar la pureza en la que viven los estudiantes de la Torá".
A diferencia del resto de jóvenes israelíes, que prestan servicio durante 36 meses (24 las mujeres), los ultraortodoxos disfrutaban hasta el año pasado de una exención generalizada que se remontaba a 1948 y que fue regularizada por ley parlamentaria en 2002.
Nueve años después, el Tribunal Supremo la consideró discriminatoria y exigió al Gobierno legislar de nuevo sobre las exenciones, proceso legislativo que debe concluir en los próximos meses.
La comisión que analiza el tema recomendará al Gobierno un período de transición de 2013 a 2017 que comenzaría con el alistamiento de sólo 3.300 ultraortodoxos, aproximadamente la mitad de los que deberían hacerlo.
El resto podrá seguir estudiando las escrituras sagradas y obtener una exención permanente a los 22 años que les permita salir a trabajar sin temor a ser reclutados.
El servicio militar de los ultraortodoxos fue uno de los asuntos más espinosos de las elecciones que se celebraron en enero, en las que la mayoría de partidos exigió poner fin a esa situación.
Con lemas como "El destino de tus descendientes está en tus manos", los manifestantes leyeron hoy versículos del Libro de Salmos para "protegerse" de unas recomendaciones que, afirmaron, "amenazan el futuro de todo el pueblo de Israel".
La concentración fue convocada por grupos rabínicos askenazíes (judíos de origen centroeuropeo), mientras que los sefardíes y mizrajíes (oriundos de la España medieval y de los países árabes) se han quedado por ahora al margen