El fundador y director ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, ha informado que el megacohete Starship iniciará sus misiones hacia Marte en el año 2026, de acuerdo a un cronograma actualizado del programa. Según Musk, estas misiones iniciales no contarán con tripulación y estarán destinadas a probar la fiabilidad de los aterrizajes en Marte. Si estas pruebas resultan exitosas, se prevé que los primeros vuelos tripulados hacia el planeta rojo se realicen en un plazo de cuatro años.

En su publicación en la red social X, Musk destacó que la frecuencia de los vuelos aumentará de manera exponencial una vez que se logren los objetivos establecidos, con la meta de establecer una ciudad autosuficiente en un periodo aproximado de 20 años. Musk argumenta que la posibilidad de ser una especie multiplanetaria podría incrementar significativamente la probabilidad de la supervivencia de la humanidad, al no depender de un único planeta para su existencia.

El Starship, fabricado en acero inoxidable, se compone de dos partes: un propulsor de primera etapa denominado Super Heavy y una nave espacial de etapa superior, que alcanza una altura de 50 metros y también se conoce como Starship. Este cohete es considerado el más grande y potente jamás construido, alcanzando aproximadamente 122 metros de altura y generando 16,7 millones de libras de empuje en el momento del despegue, lo que equivale a casi el doble de la potencia del Sistema de Lanzamiento Espacial (SLS) de la NASA, diseñado para el programa lunar Artemis.

A diferencia del SLS, que es un cohete desechable, Starship está diseñado para ser completamente reutilizable y permitir una rápida reactivación. SpaceX tiene planes de aterrizar el Super Heavy nuevamente en el soporte de lanzamiento tras cada despegue, facilitando así una inspección rápida y un reacondicionamiento para futuros lanzamientos.

Hasta la fecha, Starship ha completado cuatro misiones de prueba: en abril y noviembre de 2023, así como en marzo y junio de este año. Cada vuelo ha mostrado un desempeño mejorado en comparación con el anterior, logrando cumplir con todos los objetivos principales en la misión más reciente, que incluyó un vuelo orbital seguido de un regreso exitoso a la Tierra mediante un amerizaje.

El próximo vuelo, programado como el quinto, incluirá el primer intento de aterrizar el Super Heavy nuevamente en el soporte de lanzamiento. Esta operación implicará la utilización de los brazos de "palillo" de la torre de lanzamiento, marcando un hito importante en el desarrollo de la tecnología de lanzamiento reutilizable.