Nutridos bombardeos rusos con misiles destruyeron infraestructura energética en Ucrania
Rusia dirigió casi 90 misiles y más de 60 drones iraníes Shahed contra centrales eléctricas, líneas de transmisión, una central hidroeléctrica y edificios residenciales. En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, se quedó sin electricidad, mientras que en Odesa más de 53.000 hogares también sufrieron cortes de energía.
En un trágico suceso, grandes zonas de Ucrania se vieron afectadas por apagones el viernes luego de que misiles rusos atacaran la infraestructura energética del país. Según informaron las autoridades ucranianas, al menos cinco personas perdieron la vida y más de 20 resultaron heridas como consecuencia de estos ataques.
Rusia llevó a cabo el ataque en la noche del jueves con casi 90 misiles y más de 60 drones iraníes Shahed, dirigidos contra centrales eléctricas, líneas de transmisión, una central hidroeléctrica y edificios residenciales. El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reveló que este fue el mayor ataque contra el sector energético ucraniano realizado por Rusia en los últimos tiempos.
En Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, se quedó sin electricidad, mientras que en Odesa más de 53.000 hogares también sufrieron cortes de energía. El ministro de Energía ucraniano, German Galushchenko, acusó a Rusia de intentar provocar una falla a gran escala en el sistema energético del país, llegando incluso a cortar una línea eléctrica que alimentaba la central nuclear de Zaporiyia.
La situación se tornó crítica, ya que de no restablecerse la conexión con la red eléctrica nacional, la central nuclear de Zaporiyia podría enfrentar un serio riesgo de apagón. El Organismo Internacional de Energía Atómica confirmó que la línea de emergencia que conecta con la central sigue funcionando.
Por otro lado, Rusia finalmente reconoció que se encuentra en "estado de guerra" en Ucrania, tras dos años de invasión bajo la denominación de "operación especial". Los bombardeos rusos alcanzaron a nueve regiones ucranianas, desde Járkov hasta Leópolis e Ivano-Frankivsk, en el oeste del país, dejando un saldo de destrucción y desolación.
El presidente ucraniano ha expresado su preocupación por la demora en la entrega de ayuda militar por parte de sus aliados occidentales, mientras que en Estados Unidos un paquete de ayuda de 60.000 millones de dólares se encuentra bloqueado en el Congreso. La situación se vuelve aún más tensa con la promesa de represalias de Rusia por los recientes ataques ucranianos en suelo ruso, lo que podría desembocar en un recrudecimiento del conflicto en la región.