Los patriarcas de la Iglesia Ortodoxa, que representan a los 250 millones de cristianos ortodoxos del mundo, solicitaron un fin pacífico a la crisis en Ucrania. El pedido fue realizado ayer al cierre de su cónclave, en la localidad turca de Estambul, donde denunciaron la violencia contra los cristianos en Oriente Próximo, que está provocando su salida de la región.

Los doce líderes de las iglesias ortodoxas autónomas -los de la Iglesia de Antioquia y la Iglesia Checa y Eslovaca no acudieron por disputas con otras iglesias-, acordaron además celebrar un encuentro de obispos -concilio ecuménico- en 2016, que será el primero en los últimos 1.200 años. Está previsto que el mismo se celebre en la iglesia bizantina de Hagia Irene, ubicada en el palacio de Topkapi, en Estambul.

El cónclave había sido convocado para tomar decisiones de cara a dicho concilio, que la Iglesia Ortodoxa estuvo preparando de forma intermitente desde los años sesenta, pero la crisis en el país europeo monopolizó las conversaciones. En su comunicado, los patriarcas solicitaron "negociaciones pacíficas y una reconciliación devota en la actual crisis en Ucrania", al tiempo que denunciaron "la amenaza de la ocupación violenta de monasterios e iglesias" en el país.

La Iglesia Ortodoxa rusa, con 165 millones de fieles y la más importante de todas, emitió en febrero un comunicado junto al Ministerio de Exteriores ruso para denunciar lo que describió como ataques contra varios monasterios en las localidades de Kiev y Pochayiv (oeste). Rusia argumentó el despliegue de tropas en la península de Crimea en base a las amenazas que pesan contra la población rusoparlamente del país, incluidos los fieles de dicha rama ortodoxa, tras la llegada al poder de las nuevas autoridades ucranianas.

Respecto a la situación de los cristianos en Oriente Próximo, los patriarcas ortodoxos denunciaron "la falta de paz y estabilidad" que, a su juicio, "está empujando a los cristianos a abandonar las tierras en las que el Señor Jesucristo nació". Asimismo, solicitó la liberación de los dos arzobispos ortodoxos sirios secuestrados en abril de 2013 en la provincia de Alepo por grupos armados opositores.

El director de Relaciones Exteriores de la Iglesia Ortodoxa rusa, Metropolitan Hilarion, dijo antes del encuentro que "fuerzas extremistas están atacando a cristianos, exterminándolos, secuestrando sacerdotes, obispos y monjas, destruyendo iglesias sirias para provocar que los que creen en Jesucristo abandonen Oriente Próximo".