El Partido Comunista de Chile (PCCH) anunció que solicitará a la justicia de ese país la exhumación de los restos del poeta Pablo Neruda, con el fin de esclarecer las causas de muerte.

El abogado trasandino Eduardo Contreras, representante del partido, elevará el pedido ante el ministro Mario Carroza, quien desde mayo pasado se ocupa de la investigación sobre el fallecimiento del Nobel de Literatura.

Manuel Araya, chofer y amigo personal del escritor, declaró ante las autoridades judiciales que “Neruda no estaba para morirse” y que “fue asesinado por el régimen militar de Augusto Pinochet”.

Según el testimonio de Araya, luego del golpe de Estado de 1973, la familia y los amigos del poeta chileno decidieron trasladarlo hacia una clínica con el objetivo de mantenerlo seguro y a salvo.

“Pensábamos que en la clínica estaría más seguro. Nunca pensamos que le iban a colocar una inyección e iba a morir”, argumentó.

En su relato, Araya señaló que Neruda lo llamó la noche anterior por teléfono para decirle que lo habían inyectado en el estómago y estaba muy afiebrado.

“Ese maldito pinchazo lo mató. Él estaba enfermo de cáncer, pero lo sobrellevaba muy bien. Ese día él estaba pendiente de su viaje a México que haría efectivo dos días después. No estaba mal y no tenía por qué haber muerto. El gobierno militar no quería que saliera del país y por eso lo hizo”, agregó.