‘La nota señala claramente la existencia de material no declarado en el avión de la Fuerza Aérea estadounidense, material que tuvo que ser retenido por las autoridades argentinas’, versa un comunicado oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores argentino.

Además, en el texto se lamentan las omisiones en la información proporcionada por la Embajada de los Estados Unidos en el momento de declarar el material”, agregó.

En medio de la polémica diplomática, la Justicia argentina pidió detalles sobre el contenido del cargamento, para determinar si existió delito.

Los cruces no cesan y se conocieron una serio de documentos en los que ambos gobiernos acordaron el ingreso de la nave, a fin de “enseñar cómo herir a un delincuente sin matarlo y desde ya, sin poner en peligro la vida del rehén”.

El juez en lo penal económico Ezequiel Berón de Estrada solicitó este lunes a la Aduana un “informe amplio” sobre el cargamento del avión.
La administración de Barack Obama, en tanto, citó al embajador argentino en Estados Unidos, Alfredo Chiaradia, para pedir explicaciones por la incautación del material, que iba a entrenar a un grupo de elite de la Policía Federal, pero presentaba material supuestamente no autorizado por el acuerdo con el gobierno argentino.

El portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Philip Crowley, manifestó la “perplejidad y preocupación” por el “inusual registro” que llevó a autoridades nacionales a incautar la carga de la nave. Lo aseguró en conferencia de prensa.

A su vez, descartó que existiera material “camuflado” que incluía armas, drogas y tecnología para interceptar comunicaciones, dentro de un cargamento oficial, tal como afirmó el gobierno nacional: “no creemos que eso sea cierto”, enfatizó.