El cirujano francés Joël Le Scouarnec será juzgado el próximo año debido a las acusaciones de 299 jóvenes que lo señalan por abusos cometidos mientras se encontraban inconscientes en las camillas de operaciones. La mayoría de las víctimas eran menores de edad en el momento de las agresiones, las cuales ocurrieron entre 1989 y 2014.

El fiscal de Lorient, Stéphane Kellenberger, proporcionó información a los medios el lunes, indicando que Le Scouarnec perpetró abusos en varios hospitales ubicados en el noroeste de Francia. Las víctimas incluyen a 158 hombres y 141 mujeres, con una edad promedio de 11 años; 256 de estas víctimas eran menores de 15 años en el momento de los hechos. Del total de casos, 111 han sido catalogados como violaciones agravadas, mientras que el resto son considerados agresiones sexuales agravadas, según detalló el fiscal.

La investigación concluyó el pasado mes de julio y se espera que se anuncie la fecha de inicio del juicio, que probablemente tendrá lugar en Vannes, en la primera mitad de 2025. Kellenberger subrayó que, dada la magnitud y complejidad del caso, así como el número de víctimas, el procedimiento ha sido calificado como extraordinario por la dirección de los servicios judiciales del Ministerio de Justicia.

Le Scouarnec, de 72 años, es descrito por los investigadores como un individuo con una "personalidad atípica". Enfrenta una posible condena de 20 años de prisión que se sumaría a una sentencia previa de 15 años por la violación de la hija de unos vecinos en 2020. Durante los interrogatorios, el cirujano admitió gran parte de los hechos y reveló su 'modus operandi', así como las estrategias utilizadas durante tres décadas para evitar ser descubierto. Kellenberger informó que en la residencia de Le Scouarnec se encontraron cuadernos que contienen descripciones de actos considerados abominables.

Su actividad delictiva pasó desapercibida hasta 2004, cuando el FBI contactó a las autoridades francesas para informar que el cirujano había utilizado su tarjeta de crédito para adquirir material pornográfico infantil. En 2005, fue condenado a cuatro meses de prisión, sin inhabilitación. Tras la sentencia, su esposa se distanció de él, aunque nunca se llevó a cabo un divorcio. En los cuadernos confiscados, Le Scouarnec afirma que su esposa era consciente de los delitos desde, al menos, 1996.

En 2006, Le Scouarnec fue denunciado ante el consejo departamental de los médicos en Finisterre por un colega, pero dicho organismo no tomó las medidas necesarias para alejarlo de pacientes menores de edad. Continuó ejerciendo su profesión sin ser penalizado hasta 2017, cuando una vecina lo denunció por agredir a su hija de seis años, lo que resultó en una condena de 15 años de prisión. Durante el registro de su hogar, la policía descubrió miles de archivos relacionados con violaciones y agresiones sexuales, que incluían aproximadamente 300.000 fotografías y vídeos de pornografía infantil.

Además de las investigaciones en curso contra Le Scouarnec, el fiscal Kellenberger ha iniciado una pesquisa criminal para determinar si hubo encubrimiento de delitos por parte de los diferentes servicios hospitalarios donde el cirujano trabajó, que no tomaron acciones en su contra.