Una amenaza de bomba obligó a desalojar la sede del Parlasur
Fuentes oficiales informaron que hubo un llamado, cerca de las 13, en el que se advertía que si se avanzaba en la idea del puerto en Uruguay "volarían el Parlasur en dos horas".
La sede del Parlamento del Mercosur (Parlasur) fue desalojada hoy por una amenaza de bomba, minutos antes del inicio de la sesión plenaria en la que iba a discutirse el proyecto de un puerto de aguas profundas en la costa atlántica uruguaya.
Bomberos y policías se presentaron inmediatamente en el lugar y comenzaron la búsqueda de un posible artefacto explosivo, mientras que el personal de Parlasur, funcionarios y delegados de los países del bloque aguardaban en el exterior del edificio, ubicado frente a las costas del Río de la Plata.
Se informó que se recibió un llamado, cerca de las 13, en el que se advertía que si se avanzaba en la idea del puerto "volarían el Parlasur en dos horas".
"Era una voz grabada, digital. Inmediatamente llamamos a la policía y se procedió al desalojo", explicaron fuentes de la cámara.
Pese al desalojo, hubo tranquilidad entre los presentes, que se agruparon a las puertas del recinto mientras se buscaban los explosivos.
El Parlasur, compuesto por representantes de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, iba a desarrollar hoy una sesión extraordinaria con el tema del puerto de aguas profundas proyectado por Uruguay como principal asunto, con el presidente José Mujica en el recinto.
La iniciativa, uno de los mayores proyectos en infraestructura impulsada por el Ejecutivo uruguayo, despertó el interés de Bolivia y sobre todo Paraguay, que buscan sacar sus productos al Atlántico de una forma más rápida y accesible.
A primeras horas de la mañana, la Mesa Directiva del Parlasur también analizó la viabilidad del puerto y recibió a una comisión interministerial que explicó detalladamente el plan.
Uruguay planea construir en el departamento de Rocha mediante licitación internacional un puerto de carga con la idea de que por ahí puedan salir directamente al océano productos como granos o mineral, pero el plan es cuestionado desde grupos ambientalistas y vecinos de la zona, sobre todo los dedicados al turismo.