Gisela Mársico es una turista argentina varada en Egipto, con pasaje de regreso hasta el próximo miércoles.

“Llegamos a El Cairo el 25 de enero. Los primeros días pudimos hacer normalmente las excursiones pero cuando empeoró la situación ya estábamos embarcados en un crucero, en Luxos. Los guías con nosotros fueron muy transparentes, a medida que iban surgiendo las complicaciones”, remarcó en La Vuelta.

“El viernes comenzó el toque de queda y debimos quedarnos arriba del crucero, sin poder bajar”, recordó.

Mársico se encuentra dentro de un contingente de 75 argentinos. El miércoles tienen programado el vuelo de regreso, vía Italia.

La turista precisó que el hotel en el que se hospedan está en las inmediaciones de la región de pirámides, alejado de la principal zona de conflicto de El Cairo.

La mujer dijo que “durante el crucero, el único contacto con la situación real era el televisor, aunque el idioma árabe complicaba la información”.

Asimismo, sostuvo que el sistema de Internet se encuentra paralizado.

“Cuando llegamos a El Cairo había muchísima gente; en las calles hay tanques de guerra y muchos militares que controlan los episodios de saqueos”, agregó Mársico.

“Yo me siento más segura dentro del hotel. Esto es algo extremo y ante todo priorizamos la seguridad y poder volver a casa”, concluyó.