Un ex soldado estadounidense de la base de Fort Stewart en Georgia entró armado esta madrugada en un hospital militar.

Exigió ser atendido y tomó varios rehenes hasta que la Policía lo convenció de que se rindiera.

El secuestro terminó sin heridos y el sospechoso, que no ha sido identificado, se encuentra bajo custodia policial para ser interrogado, explicó el portavoz de la base, Kevin Larson.

El ex soldado entró a las 4 hora local al hospital militar de Winn Community, donde solicitó ser atendido e inmediatamente tomó un rehén con el que se dirigió a la tercera planta donde se encuentra la unidad de salud mental.

En la tercera planta se hizo con otros dos rehenes a punta de pistola, entre ellos una enfermera con rango de general del Ejército, que pudo calmar al sospechoso para que las autoridades empezaran las negociaciones para la liberación, señaló Larson.

El hombre, que llevaba cuatro armas, se rindió y se encuentra bajo custodia policial para ser interrogado. "Todo el mundo está a salvo y nadie ha resultado herido", agregó el portavoz.