Las pericias balísticas determinaron que la bala que mató a Emiliano Martino el lunes último pertenecía a una de las armas secuestradas a los delincuentes.

En La Vuelta, la fiscal de La Matanza que entiende en la causa, Silvina Cano, precisó que hay tres detenidos, dos varones y una mujer, que intervinieron en el fatal episodio. Esta última, fue convocada por su relación con el delincuente abatido y tenía domicilio fijo.

Martino, de 33 años, volvía a su casa de Ramos Mejía con su mujer y fue sorprendido por los ladrones que ingresaron a la vivienda. El hombre murió en un fuego cruzado cuando los delincuentes lo tomaron como rehén y huyeron con él en su camioneta, perseguidos por la policía.

Un integrante de la banda, Nicolás Fochi, de delincuentes reveló que el joven fue entregado por el "entorno familiar"; dijo que el que tenía como contacto a esa persona era Pablo Lamas, el ladrón que terminó muerto en la balacera.

Según estas declaraciones, que dio a conocer la fiscal Cano, los delincuentes que asesinaron Martino tenían el domicilio marcado, ya que habrían sido contratados por el ladrón fallecido.