La madre biológica de la adolescente esclavizada había pedido que la retiraran de sus guardadores
La mujer solicitó en noviembre de 2001 que la retiraran del lugar porque "no la cuidaban debidamente", pero la justicia de Quilmes desoyó el reclamo.
El pedido de la madre biológica de la adolescente, quien actualmente tiene 15 años, se produjo poco después de que la entregara a la pareja que la esclavizó, según los documentos oficiales.
La madre biológica, sostiene el documento, "deja sin efecto el pedido que realizara respecto del egreso con el matrimonio ya que los mismos limitaban a la deponente la posibilidad de que esté junto a sus hermanos".
La mujer advirtió ante la Justicia en aquella oportunidad que los guardadores "no le permitirían sacar a la niña de la casa para llevarla a otro ambiente distinto al de ellos y las visitas que pudiera realizar junto a sus otros hijos en la casa tendrían que ser en forma repartida ya que la casa es chica".
La jueza de instrucción a cargo de la causa que investiga el caso, María Gabriela Lanz, determinó que "el haz de responsabilidades de distinta índole que han confluido desafortunadamente para dejar a la menor librada a este estado de indefensión y pseudo salvajismo tuvo su punto de partida en el error judicial que la puso en manos de los encausados".
La magistrada detectó que, contrariamente a lo que se argumentó desde los guardadores y suscribió la Justicia de Quilmes, la madre biológica -quien tiene otros seis hijos, afronta condiciones extremas de pobreza y era víctima de violencia de género por parte de su esposo- no se desentendía de la niña.
"La madre no se desentendía del destino de sus hijos al año 2001, pues respecto de la menor la visitó en el instituto (en el que estuvo previo a ser entregada a los guardadores) con notoria asiduidad, aún en el breve período en que permaneció alojada, que cesa cuando el magistrado autoriza el egreso bajo la responsabilidad de la pareja", sostuvo la magistrada en el expediente.
En ese documento figura un informe del Consejo Provincial del Menor y del servicio educativo de La Plata que consigna seis visitas de la madre en el término de un mes y medio, "lo que contrasta con la opinión de la asesora de menores del Tribunal (de Quilmes) que describía a la madre como abandónica y sugería la evaluación psiquiátrico psicológica poniendo en tela de juicio su aptitud en ese rol parental", expresó la jueza.
Asimismo, sostuvo que tampoco es cierto que la adolescente estuviera desnutrida al momento de ser entregada en guarda provisoria, ya que en el instituto en el que estaba alojada se registró que el peso y la talla "alcanzaba el promedio de normalidad desde el punto de vista médico".
"No obstante, incomprensiblemente, la asesora de menores se refería, el 5 de diciembre, a la desnutrición", asentó la jueza Lanz en el expediente.
En el documento oficial también consta que la pareja que esclavizó a la adolescente la recibió "informalmente de la madre el 21 de agosto de 2001" y casi un mes más tarde, "recién el 12 de septiembre de 2001, ponen en conocimiento de esa situación al juez".
La Justicia quilmeña también desestimó un informe psicológico que "sugería también la evaluación socioambiental de la familia solicitante de la guarda", expresó el expediente.
El caso de la adolescente que estuvo nueve años esclavizada por la pareja que la tenía en guarda provisoria, encerrada en el garage de una casa de Villa Lugano con un perro y un mono, alimentada con levadura de cerveza, pan y agua, fue descubierto el pasado 16 de abril.
La Justicia rescató a la adolescente con sólo 20 kilos de peso y se recupera en un hogar para niños desamparados en la provincia de Buenos Aires, mientras la pareja permanece detenida.