Miguel Ramírez, de treinta y dos años, padre de dos hijos y con su mujer embarazada de siete meses, se encuentra internado en gravísimo estado en terapia intensiva, después de haber sido herido por una bengala arrojada durante el recital de La Renga en el Autódromo Mouras, de La Plata, el último sábado.

Está "en estado crítico", según informaron desde el Hospital Alejandro Korn de Melchor Romero. El director del nosocomio, Egidio Melía, precisó que el joven tuvo "varios paros cardíacos" y sufrió "una depresión respiratoria. Tiene los signos vitales descompensados", añadió, y advirtió que "hay que esperar".  

Sin embargo, en el último parte, el profesional aclaró que Miguel "aún tiene signos de algún tipo de actividad cerebral".

"Estamos esperando un milagro de Dios. Creemos mucho en Dios. Estamos reunidos todos los hermanos y nuestros padres. Lo único que queremos es que salga adelante", señalaron desde su familia, y subrayaron que el show "no fue suspendido", a pesar de que Ramírez cayó al recibir el impacto de un proyectil "que pesaba como un kilo" y fue asistido rápidamente por una ambulancia que se hallaba en el lugar.

La banda suspendió su gira nacional y deploró a quien arrojó "un elemento pirotécnico entre el público, en forma anónima y cobarde. Anímicamente, nos es imposible realizar el show programado para este fin de semana en la ciudad de Resistencia, Chaco. Los invitamos a todos a unir sus fuerzas para la recuperación de Miguel", reza un comunicado de La Renga.