Se entregó el adolescente acusado de matar a un policía en Tolosa
Se trata de un joven de 17 años apodado "Poyino", que tenía pedido de captura por haber disparado en el asalto que terminó con el crimen de Emanuel Salas.
La fiscal Mercedes Cattani quería indagarlo en el transcurso de la tarde, pero su defensor, Fabían Musto, pidió que se postergara la medida hasta el lunes, ya que el adolescente “no estaba en condiciones de declarar”, por encontrarse intoxicado, por lo que el juez penal juvenil, Fabián Cacivio, accedió al pedido.
Es que el menor padece desde hace tiempo “una grave adicción a las drogas”, precisaron los voceros policiales, e informaron que su madre "dos días antes del crimen del policía, había pedido internarlo para tratar este problema".
Su abogado precisó en declaraciones periodísticas que "este chico estuvo en el lugar del hecho pero no portaba armas" y detalló que el que disparó "es mayor, pero como es tan bajito parece que tuviera menos edad".
El acusado que era buscado desde la madrugada del viernes, fue trasladado a un centro de alojamiento.
Tras una serie de allanamientos en domicilios de Villa Catella, en El Dique, Ensenada, la policía había encontrado a Diego Pérez (35), el chofer del taxi que habría trasladado a la banda que en los primeros minutos del miércoles asaltó el local de comidas de 3 y 530, asesinando al policía que quiso evitarlo, Emanuel Salas.
A Pérez lo detuvieron cuando salía de su vivienda en un Chevrolet Corsa blanco y negro, hallando dentro del domicilio “alhajas y relojes de características compatibles con los sustraídos a los comensales”.
Ayer fue indagado por el fiscal Marcelo Martini, pero se negó a declarar y seguirá detenido, informaron fuentes del caso.
Los investigadores buscan a otros dos jóvenes de 18 años de ese mismo barrio e identificados como Leonel Fernández y Pablo Farías; y aseguraron ya tener establecido “el rol que cada uno de ellos jugó en el caso”.
Todo ocurrió cuando tres ladrones llegaron a ese comercio de 3 y 530, uno se quedó en la puerta y los otros dos ingresaron. En una de las mesas estaba el oficial Salas, vestido de civil y con su chaleco antibalas bajo la camisa.
Al advertir que era un asalto el policía -que prestaba servicios en la Primera de Ensenada- les dio la voz de alto, pero recibió dos tiros: uno en una pierna y el otro (el mortal) en la axila izquierda. Murió en el hospital Rossi.