Andrés Ciro Martínez y sus Persas cerraron el Cosquín Rock 2011.

También se destacaron Las Pastillas del Abuelo y los uruguayos de No te va a Gustar.

La última fecha en el nuevo predio de Santa María de Punilla pasó del día soleado a los nubarrones aunque la lluvia no se terminó de apoderar de la noche, permitiendo el despliegue de la música.

El Interior de la Argentina volvió a dar un ejemplo de convivencia como siempre ocurre en el Cosquín, ya que heavies y rastas, stones y punkies pasaron los tres días en excelentes términos, disfrutando de la variada oferta del Cosquín, muy lejos de las lamentables jornadas de los festivales realizados en la misma provincia en los años 80. 
 
El escenario heavie tuvo a Almafuerte como plato central con el incontinente Ricardo Iorio y la notable guitarra de Claudio Marciello, la polenta de Horcas con Walter Meza, Logos y el homenaje al soft metal de los 80 con Coverheads.

Uno de los clásicos del rock barrial, Los Gardelitos, acercó toda su mística traída del rock argentino de los 70 y ante un público siempre fiel.

Con olor a Aquelarre, Color Humano, Vox Dei y Manal, la banda liderada por Eli Suárez fue la primera del día en rendirle homenaje a Gustavo Kupinski, el guitarrista de Los Piojos y Las Pelotas, que falleció trágicamente en enero pasado.

Luego subió a escena un local, Kapanga, que le disparó fiesta y baile al festival, además de que cuando el Cosquín Rock comenzaba hace 15 años, el Mono traía a sus maestros pizzeros desde Quilmes para encargarse de darles de comer a todos los músicos.

Eran tiempos en que José Palazzo, productor del evento, apenas si reunía el dinero para sostener el festival, entonces el Mono le brindaba un servicio gratis de catering para que los músicos pudieran comer.

En el cierre, Andrés Ciro mezcló canciones nuevas con repertorio piojoso y hasta le rindió homenaje a Kupinski tocando “Todo pasa” junto a Micky Rodríguez, ex bajista de la banda que los tres integraron y que marcó época en los años 90.