Leía yo una encuesta de la consultora Ipsos que arrojaba lo siguiente: en materia de relaciones románticas, los llamados ‘boomers’ (nacidos entre 1945 y 1964) son los que admiten sentirse más amados.

Esto disparó mi curiosidad inagotable sobre cómo es ‘amar’ en tiempos donde mirar una pantalla es diez veces más asiduo que mirarnos a los ojos.