En La Mañana, se reencontraron luego de veinticinco años Victoria Moyano Artigas, apropiada durante la última dictadura, y su maestra de primer grado Olga Fagúndez, quien, en plena dictadura, se acercó a las Abuelas de Plaza de Mayo para denunciar que Victoria era hija de desaparecidos, y ayudó a restituirle su identidad.

Fagúndez relató que notó “varios aspectos sospechosos, entre ellos, que se decía hija adoptiva cuando en los documentos figuraba como biológica”.
Moyano Artigas, hija desaparecidos uruguayos que nació en el Pozo de Banfield, declaró recientemente en el juicio por el plan sistemático para el robo de bebés. La joven, que recuperó su identidad a los diez años, reclamó “la publicación de la lista de todos los militares que intervinieron en los centros clandestinos de detención y en sus maternidades. Es deber del Estado realizar todas las acciones para recuperar a los nietos sustraídos, en vez dejar a cada uno de ellos librado a su propia iniciativa”.

Por su parte, Fagúndez relató que supo que la nena había sido restituida a su familia biológica seis años después de su presentación ante las Abuelas. En este sentido, recordó que Chicha Mariani, de Abuelas de Plaza de Mayo, le dijo que podía sentirse “como si hubiera parido un hijo”.