Luego de conocerse en Córdoba un nuevo caso de un hombre acusado de violar a su hija y tener seis chicos con ella, la psicóloga social Eva Giberti recordó que “quienes son víctimas de la violencia familiar tienen a su disposición el número telefónico gratuito 137”, donde pueden pedir “ayuda y asesoramiento”.

Cuando la esposa salía a trabajar, el delincuente abusaba de la muchacha, que reaccionó y denunció a su progenitor cuando vio que una de sus propias hijas corría también peligro.

Por Continental, la coordinadora del programa “Víctimas contra la violencia” destacó que, “ante un reclamo de asistencia, un auto” de su dependencia “va al lugar del hecho para asistir a la victima y su entorno”.

En Magdalena Tempranísimo, explicó que, cuando asisten a un hogar ante un llamado pidiendo ayuda, lo que encuentran es “a los niños aterrorizados y escondidos, y a la mujer en estado desesperante. Convencer a la víctima para que denuncie al hombre golpeador es toda una tarea y puede llevarnos la primera hora de intervención” de su equipo de trabajo.

“Víctimas contra la violencia se llama así porque nos damos cuenta de que necesitamos permanentemente el apoyo de los medios para publicitar cómo la gente puede aprovechar este programa, llamando al 137”, señaló.

“Desde marzo del 2009 hasta el día de hoy tenemos siete mil seiscientos ochenta policías que han tenido que rendir la asignatura violencia familiar”, apuntó.

En otro orden, recordó Giberti que el programa de TV de Marcelo Tinelli “lleva a la mujer a una denigración absoluta”, y criticó, en este sentido, “el lugar y el trato que se le da a la mujer desde la conducción” de esos shows.

Así, coincidió con la diputada de Libres del Sur Cecilia Merchán, que enfatizó que, con los desnudos de ese programa, “no hay que aplicar la Ley de Medios, sino la ley de protección contra las distintas formas de violencia a la mujer”.

“Son hechos de denigración absoluta de la figura de la mujer. Con la nueva ley de violencia contra la mujer, a pocos meses de haber sido sancionada hay artículos más que suficientes para intervenir en estos casos”, remarcó.

“Tampoco entra en la categoría de porno, es una cosa de otro nivel. Es un lugar donde la mujer no debiera ser colocada en los medios de comunicación. Y acá tenemos un problema de la colonización mental de las mujeres que eligen ese lugar o las que son audiencia”, apuntó.

“Es una especie de pornografía doméstica. También el trato por parte de la conducción del programa que es sumamente criticable”, concluyó Giberti.