El gigante Google fue condenado a indemnizar con 10 mil pesos a un empresario que se sintió injuriado por un blog anónimo alojado en el servicio de blogs de la empresa y en el que se ironizaba sobre su desempeño laboral.

La medida fue dictada por la jueza civil de primera instancia Graciela Amabile Cibils, que criticó al anonimato en Internet y la falta de controles de Google para evitar este tipo de casos. "No se trata de prohibir las actividades de las paginas que posibilitan el anonimato, sino de imponer la responsabilidad del organizador de ellas", sostuvo en su fallo.

Para Federico Bossi Ballester, abogado del empresario, "el fallo es saludable porque viene a proteger a todos aquellos que se consideran agraviados por contenidos publicados en Internet, y le impone el deber de reparar el perjuicio ocasionado a quien se encuentra en mejores condiciones de evitar que el daño se produzca, que resulta ser el organizador o propietario del sitio web".