Historia y genética: los yamna ayudan a explicar la distribución moderna de muchas enfermedades
Un estudio conjunto de las universidades de Cambridge, Copenhague y Oxford revela que los genes que aumentan el riesgo de esclerosis múltiple entraron en el noroeste de Europa con la migración de esta cultura pastoril prehistórica. La genética también influye en la mayor altura de los europeos nórdicos respecto de los meridionales, y la mayor predisposición de éstos a la bipolaridad.
Un equipo internacional de científicos ha descubierto que las diferencias en la prevalencia de enfermedades y en la estatura de los europeos pueden estar relacionadas con la migración de pastores de ganado hace unos 5.000 años.
Investigadores de las universidades de Cambridge, Copenhague y Oxford han llevado a cabo un extenso estudio que ha revelado que los genes que aumentan el riesgo de esclerosis múltiple (EM) entraron en el noroeste de Europa a través de una migración masiva de pastores de ganado llamados Yamna, provenientes del oeste de Rusia, Ucrania y Kazajistán.
Estos genes, que en su momento brindaron protección contra enfermedades de origen animal, ahora aumentan el riesgo de padecer EM. Este descubrimiento representa un avance significativo en la comprensión de la evolución de la enfermedad y podría tener implicaciones importantes en su tratamiento.
El estudio también reveló que los europeos del norte presentan un mayor riesgo genético de padecer EM, mientras que los del sur tienen más probabilidades de desarrollar trastorno bipolar. Por su parte, los europeos del este tienen mayor predisposición a padecer la enfermedad de Alzheimer y diabetes tipo 2.
Además, se encontró que los pastores Yamna podrían ser responsables de la mayor estatura de los europeos del norte en comparación con los del sur.
Este estudio ha implicado la extracción y comparación de información genética de restos humanos antiguos encontrados en Europa y Asia occidental, con los genes de cientos de miles de personas que viven en la actualidad en el Reino Unido.
Los hallazgos de esta investigación no solo brindan información valiosa sobre la evolución de enfermedades específicas, sino que también pueden tener implicaciones en la comprensión de otras condiciones médicas, como el autismo, el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, el trastorno bipolar y la depresión.
Los científicos también han descubierto que la capacidad de los humanos para digerir la leche y otros productos lácteos, así como la adaptación a dietas ricas en vegetales, surgió hace unos 6.000 años, lo que ofrece una visión interesante sobre la evolución de la alimentación humana.
Este estudio representa un avance significativo en la comprensión de la influencia de la genética en la salud y el bienestar humanos, y podría tener implicaciones importantes en el desarrollo de tratamientos más efectivos y personalizados para diversas enfermedades.