En cercanías de la estación ferroviaria de Cengkareng, camino a Rawa Buaya, Indonesia, decenas de personas se recuestan sobre las vías electrificadas. Creen que tiene propiedades curativas, y llegan a mojar los rieles para aumentar la intensidad de la descarga.

Las personas con problemas de reumatismo, escoliosis, artritis, hipertensión, insomnio y otras dolencias por el estilo agarran los rieles para recibir electricidad.

Lo más curioso es que esta modalidad se aplica en un determinado sitio de las vías, en los alrededores de Rawa Buaya, y no en cualquier vía electrificada. Según algunos lugareños, esta preferencia se debe no a las propiedades únicas de ese sector de la línea ferroviaria, sino porque pasan por el lugar pocos trenes.

El país tiene uno de los niveles más bajos de inversión en salud pública de toda la región del sureste asiático. “La sanidad es tan cara que la gente tiene que ingeniar nuevas fórmulas con las que intentar curarse”, señaló el científico Dwinanto Negroho.