Italia: amenazan cerrar La Scala de Milán y acusan a Berlusconi de perseguir a la cultura
El superintendente del templo de la lírica, Stéphane Lissner, pretende negociar un reglamento específico para La Scala, para desmarcarse de esta ley que contempla "ayudar a los teatros en crisis", pero que "puede llevar a la crisis a un teatro que estaba sano".
Las autoridades del teatro de La Scala de Milán han manifestado su descontento por la recién aprobada ley sobre las fundaciones líricas, que prevé cambios en la gestión y financiación de los teatros, y han amenazado al Gobierno italiano con cerrar sus puertas si no se aprueba un reglamento específico.
El superintendente del templo de la lírica, Stéphane Lissner, pretende negociar un reglamento específico para La Scala, para desmarcarse de esta ley que contempla "ayudar a los teatros en crisis", pero que "puede llevar a la crisis a un teatro que estaba sano".
La norma prevé cambios en la asignación de los subsidios estatales y en la organización y el funcionamiento de las fundaciones líricas, según principios de eficiencia.
Para aquellas fundaciones que, como La Scala, estén en buenas condiciones económicas (tres años consecutivos de balance positivo, un 40 por ciento de recursos propios, una alta productividad y renombre internacional= el texto prevé "una forma organizativa especial".
"Si no hay autonomía para La Scala, el teatro cerrará", ha manifestado Lissner, que tiene previsto reunirse con el ministro italiano de Cultura, Sandro Bondi, la próxima semana para acelerar la aprobación de este reglamento especial con el fin de que éste especifique una gestión autónoma, que no está formalizada en la ley.
Los representantes del sector consideran que el texto forma parte de "la persecución" del gobierno de Silvio Berlusconi a la cultura italiana y, desde su aprobación como decreto, el 16 de abril, se han sucedido protestas, huelgas y la suspensión de representaciones como la del "Simón Boccanegra", en La Scala, protagonizado por el tenor español Plácido Domingo.