La exposición al plomo afecta la salud humana incluso en niveles bajos, impactando en el desarrollo cognitivo de los niños. Hace muchas generaciones que los historiadores son conscientes el alto nivel de contaminación por plomo en las primeras sociedades ‘metalúrgicas’, y la alta cantidad de muertes por intoxicación con plomo en la Antigüedad romana. 

Ahora, científicos del Desert Research Institute (DRI) han usado núcleos de hielo del Ártico para estudiar la contaminación por plomo del Imperio Romano y su impacto en Europa. Un estudio en Proceedings of the National Academy of Sciences analizó núcleos de hielo para evaluar la contaminación en el Ártico del 500 a.C. al 600 d.C. y sus efectos, sugiriendo una disminución de 2 a 3 puntos en el CI europeo. 

Este estudio utiliza núcleos de hielo para rastrear la contaminación antigua y evaluar impactos humanos, lo que es novedoso según Joe McConnell, autor principal del estudio. La investigación ha mostrado vínculos entre la contaminación por plomo y eventos históricos como plagas, afectando la comprensión del periodo romano, añade Andrew Wilson de Oxford. 

La minería de plata fue una fuente de plomo en la antigüedad. La contaminación disminuyó tras regulaciones en el siglo XX, pero persisten los efectos del plomo en la salud. Según el estudio, la contaminación por plomo fue alta durante el Imperio Romano y disminuyó con su decadencias, desde la ‘plaga antonina’, a finales del siglo II, hasta iniciado el primer milenio, ya en la Edad Media.

El estudio muestra que la contaminación por plomo comenzó en la Edad de Hierro y alcanzó su pico en la República Romana, disminuyendo luego durante la crisis de la república (descalabros económico-sociales que duraron aproximadamente un siglo), para aumentar de nuevo con el Imperio Romano, durante la conocida como ‘Pax Romana’.