La exposición a la luz azul emitida por dispositivos electrónicos, como los smartphones, ha sido motivo de debate en relación con su impacto en el sueño. Un estudio muy influyente de hace una década sugería que esta luz puede alterar los ritmos circadianos y afectar la producción de melatonina, la hormona que regula el ciclo de sueño-vigilia. Sin embargo, investigaciones más recientes han arrojado dudas sobre la magnitud de este impacto. 

Un análisis realizado por la revista Sleep Medicine Reviews no encontró evidencia concluyente de que la luz azul de las pantallas de los teléfonos inteligentes dificulte conciliar el sueño. Aunque el estudio más citado al respecto, realizado por Harvard en 2014, sigue siendo una referencia, se ha señalado que las condiciones extremas en las que se llevó a cabo, como leer en un iPad con el brillo máximo durante varias horas, pueden haber influido en los resultados. 

Además, se ha destacado que otros factores, como el contenido visualizado en los dispositivos antes de dormir o la interrupción del sueño por notificaciones, pueden tener un impacto más significativo en la calidad del descanso. Se ha sugerido que la ansiedad generada por el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir podría ser un factor importante en los problemas de insomnio. En cuanto a las medidas preventivas, se ha mencionado la posible eficacia de filtros y gafas que bloquean la luz azul, aunque se ha señalado la falta de evidencia sólida al respecto. 

Asimismo, organizaciones como la Academia Americana de Oftalmología y el Colegio de Optometristas del Reino Unido no han encontrado pruebas contundentes de que la luz azul cause daño ocular. 

En resumen, si bien la exposición a la luz azul de dispositivos electrónicos puede tener un impacto en el sueño, su magnitud y relevancia en comparación con otros factores aún están en debate. Mantener hábitos saludables de sueño, como establecer rutinas regulares y evitar el uso de pantallas antes de dormir, sigue siendo una recomendación válida para promover un descanso adecuado.