Las bacterias tienen 'memoria' y se transmiten datos entre generaciones
El hierro desempeña un papel fundamental en el comportamiento de las bacterias. Estas "memorias" relacionadas con el nivel de hierro persisten durante varias generaciones y desaparecen a la séptima generación, consigna la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.
Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Texas en Austin revela que las bacterias, en particular la E.coli, poseen la capacidad de almacenar información sobre determinados comportamientos a través de niveles de hierro. Esta capacidad les permite adaptarse y reaccionar de manera específica a distintos estímulos del entorno.
Según los hallazgos publicados en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, las bacterias pueden formar "memorias" sobre comportamientos como la formación de enjambres o la resistencia a los antibióticos, y transmitir esta información a generaciones posteriores. El estudio señala que las bacterias con niveles más bajos de hierro tienden a formar mejores enjambres, mientras que aquellas con niveles más altos tienden a formar biopelículas en superficies sólidas.
El hierro, un elemento común en la Tierra, desempeña un papel fundamental en el comportamiento de las bacterias. Se ha observado que estas "memorias" relacionadas con el nivel de hierro persisten durante varias generaciones y desaparecen a la séptima generación. Los investigadores sugieren que estas memorias se activan en función de los niveles de hierro, lo que permite a las bacterias reaccionar de manera adecuada ante la disponibilidad de este elemento en su entorno.
Estos descubrimientos no solo ofrecen una comprensión más profunda del comportamiento bacteriano, sino que también plantean posibles aplicaciones para el desarrollo de estrategias para prevenir y combatir infecciones bacterianas, así como para abordar la resistencia a los antibióticos. El estudio destaca la importancia de seguir investigando el comportamiento bacteriano para desarrollar enfoques terapéuticos más efectivos en el futuro.
En resumen, el estudio revela que las bacterias poseen la capacidad de almacenar información sobre su entorno a través de niveles de hierro, lo que les permite adaptarse y reaccionar de manera específica a distintos estímulos. Este conocimiento abre nuevas posibilidades para enfrentar los desafíos relacionados con las infecciones bacterianas y la resistencia a los antibióticos.