"Comí muchas picadas para despedir el año", dijo el paciente Horacio Rodriguez Videla (42) para explicar el increíble caso. Su tortura comenzó en enero de este año, cuando se dirigió a un hospital de Corrientes -de donde es oriundo- porque presnetaba un cuadro de fiebre y no podía bajarla con nada. Le recetaron un medicamento porque creían que tenía un principio de neumonía, pero nada funcionaba.