Como estaba previsto, con un compromiso judicial de por medio, las dos nenas de Ana Alianelli y el estadounidense Denis Burns se subieron anteayer al vuelo de United Airlines que los llevaría a todos desde Ezeiza hasta Houston en un viaje con destino final en la ciudad de Aspen, Colorado, desde donde el padre reclamó la restitución de las menores hace más de cuatro años. Sin embargo, en Houston, el padre y sus hijas no abordaron ninguno de los dos vuelos a destino.

Alianelli, que viajó desde Houston hasta Aspen acompañada por el cónsul argentino, se presentará hoy ante el tribunal de Colorado que interviene en el proceso de restitución.

La pareja se había casado en 2004 y tuvo a su primera hija en Buenos Aires hace ocho años. Hace dos, nació su segunda hija en los Estados Unidos. El divorcio en 2010 separó a la familia hasta anteayer: Alianelli volvió a la Argentina con un permiso judicial temporal y, cuando se venció el plazo, no volvió a los Estados Unidos. Argumentó que al mes de llegar a Buenos Aires se enteró de que su casa de Aspen estaba embargada por las deudas de su ex esposo.

A los pocos meses, el padre inició una demanda internacional para conseguir la restitución de las nenas. La abogada de Alianelli presentó un pedido de per saltum, para no cumplir la decisión de la Suprema Corte bonaerense de restituir las nenas al padre, pero la Corte Suprema de Justicia no hizo lugar al pedido.

Ayer a la tarde, a través de varios tuits, comenzó a circular la noticia de que Burns y sus hijas no habían subido al avión de Houston hasta Denver ni al de Denver hasta Aspen. A la noche, la abogada de Alianelli confirmó la versión. La madre se separó de las hijas en el aeropuerto de Houston, donde el padre hizo migraciones con las nenas, y ella, que viajó con pasaporte argentino, se encontró con el cónsul, que la acompañó hasta Aspen, donde continuaría el proceso de restitución.