El sábado 30 de octubre, a solo 3 días de la muerte de Néstor Kirchner publiqué en mi columna del diario Perfil lo siguiente:” Todo el poder a Cristina Fernández de Kirchner. La presidenta de la Nación sale de este terremoto personal fortalecida políticamente tanto por el multitudinario respaldo popular como por las expresiones del peronismo que ya la consagró como su candidata indiscutible a la reelección en el 2011”. El texto de la semana siguiente, el 6 de noviembre, arrancó así: “Si las elecciones fueran mañana Cristina Fernández de Kirchner ganaría en la primera vuelta. La muerte de su marido y el fenomenal operativo de beatificación que se montó tuvieron un alto impacto. La fotografía muestra a la presidenta más fuerte que nunca. Eso no significa que se pueda dar por segura su victoria en los comicios del 2011.

No se trata de un hecho inmodificable. Falta un año. Hay que ver la película completa que, como suele ocurrir, es mucho más compleja que las encuestas que muestran una imagen positiva envidiable.” Estas proyecciones políticas realizadas solo con la experiencia del análisis de la realidad de muchos años y los trascendidos de las primeras encuestas telefónicas hoy se pueden confirmar con dos datos objetivos. Por un lado, los datos de la consultora de mayor prestigio en estos momentos porque fue la única que acertó la victoria de Francisco de Narváez sobre Néstor Kirchner en las parlamentarias del 2009. Se trata de un primer corte que no fue difundido oficialmente por Poliarquía. Los datos muestran que en todos los escenarios y contra cualquier candidato hoy Cristina gana con comodidad en la primera vuelta como afirmé hace exactamente 10 días.
 
Hay que poner dos reparos en esta información. La que ya le dije, es decir que no se trata de algo que hayan informado oficialmente. Y la segunda, que se trata de un primer corte y no de la encuesta completa. Esto significa que son datos que pueden cambiar aunque no radicalmente. Le doy un ejemplo: después de los festejos del Bicentenario, la imagen de Cristina subió un 20% en el primer corte. Después esa espuma ascendente, se desinfló y le quedaron 2 puntos mas de los que tenía antes de la celebración. Hay acontecimientos que empujan fuertemente hacia arriba o hacia abajo la impresión de la opinión pública sobre determinados políticos que a veces, con el correr de los días suele diluirse. Depende de muchas cosas. Sobre todo de la administración que esa figura haga de ese capital simbólico. Ricardo Alfonsín tuvo un salto impresionante con la muerte de su padre. Se mantuvo mucho tiempo entre los políticos de mejor imagen. La supo conservar durante estos meses pero ahora aparece con cierta declinación igual que todos, repito, igual que todos los dirigentes de la oposición.

Esta vez el acontecimiento catalizador es mucho mas profundo que el Bicentenario. Se trata de la muerte del fundador del kirchnerismo y del esposo de la presidenta. Eso tuvo otro peso específico, otra contundencia. Por eso le digo que hay que seguir atentamente la evolución de la realidad pero todo indica que Cristina se sigue afirmando con solidez y aquí aparece el otro dato favorable de la realidad. En el discurso que pronunció anoche por cadena nacional se mostró dueña de la situación, con fuerte iniciativa política tanto en el tema del club de Paris como en el del presupuesto. Tuvo firmeza en su crítica a los opositores pero no apeló a ninguna descalificación y mantuvo su tono sereno. Falta mucho todavía para las elecciones y nada está cerrado hasta que se abra la última de las urnas. Pero en estos momentos esta es la realidad. Y la realidad, por ahora, sigue siendo la única verdad.

Kirchner, Lula, Paris