El papa Francisco se manifestó hoy "profundamente apenado" por la tragedia de Barracas, que provocó nueve víctimas mortales al derrumbarse una pared sobre bomberos y rescatistas que combatían un incendio, y transmitió su cercanía con quienes "sufren y están abatidos por tan lamentable suceso".

El pontífice argentino aseguró su oración "por el eterno descanso de los servidores públicos fallecidos en el cumplimiento de su deber" y pidió a Dios "que otorgue consuelo y fortaleza a los afectados por tan trágica desgracia e inspire a todos sentimientos de solidaridad fraterna, que ayuden a afrontar esta adversidad de la mejor forma posible".

"Profundamente apenado al conocer la dolorosa noticia del voraz incendio producido en el barrio de Barracas, de Buenos Aires, en el que han perdido la vida algunos bomberos y otras personas que luchaban tenazmente por apagarlo", sostuvo en una nota remitida a través de la Nunciatura Apostólica. "Quisiera transmitir a todos mi cercanía y decirles que me siento muy unido a los que sufren y están abatidos por tan lamentable suceso", agregó.

El Papa también dirigió "una palabra de esperanza a las familias de quienes lloran tan sensibles pérdidas y también a quienes aguardan con confianza el restablecimiento de la salud de sus seres queridos". Tras invocar "la amorosa protección de nuestra Señora de Luján", impartió "la confortadora bendición con todo afecto al querido pueblo argentino, tan presente en mi corazón".

En tanto, el nuncio apostólico, monseñor Emil Tscherrig, remitió el mensaje papal al arzobispo de Buenos Aires, monseñor Mario Poli, y le expresó que se une "en la oración por todos los que han perdido la vida, los heridos y damnificados". El representante diplomático encomendó "a la Madre Celestial las familias que están sufriendo las consecuencias de este triste acontecimiento".