No puede ser eterna
Hace una década que el kirchnerismo gobierna la Argentina con facultades especiales y leyes de emergencia económica. POR ALFREDO LEUCO.
Hace una década que el kirchnerismo gobierna la Argentina con facultades especiales y leyes de emergencia económica. Cristina es la presidenta más poderosa desde 1983 y sin embargo, eligió victimizarse. En lugar de explicarle a la gente la asociación corrupta entre las familias Kirchner y Báez, optó por identificarse con la familia Perón.
El Evangelio según Cristina dice que ella y su ex marido fallecido son atacados por el periodismo y las corporaciones porque tomaron medidas a favor del pueblo trabajador. Se comparan con Perón y Evita. Cristina quiere que los argentinos creamos que las contundentes denuncias sobre la mega corrupción a cielo abierto son actitudes reaccionarias. Se apoya en los intelectuales a la carta que le dieron letra. Escribieron que “hay un aliento fétido de la regresión neoliberal que sale de la pantalla los domingos a la noche”. Pobre Lanata, hasta lo acusan de no lavarse los dientes.
Ayer bromeamos sobre una posible intervención de IBOPE como el INDEC y anoche en la tevé camporista ya empezaron acusaron a la medidora de audiencia de ser monopólica. Parece joda pero es en serio. ¿Cuándo se viene la ley para democratizar IBOPE? Acusan a Lanata de neoliberal. Deberían dejar la bebida, por favor. No quieren ver las denuncias que hace uno de los periodistas más creíbles de los últimos tiempos en todas las encuestas y alguien que fue vanguardia desde Página 12 en la instalación de la lucha por la memoria, verdad y justicia y contra la dictadura y los genocidas y contra la revolución conservadora del menemismo. Dicen con la cara de piedra que todos los gobiernos populares de nuestro país y de la región fueron acusados de ladrones por las oligarquías y el imperialismo. Que fue la excusa para derrocarlos.
Pero Cristina, no se conformó con ponerse en el lugar de Evita capitana. También dijo que la oposición viene por el pueblo, por todos los nuevos derechos que ellos consiguieron. Dice que la oposición los critica por lo bueno y no por lo malo que han hecho. Yo no recuerdo una sola propuesta opositora que plantee que hay que derogar la Asignación Universal o el matrimonio igualitario. Todo lo contrario, dicen que van a voltear el blanqueo colosal, derechista y traje a medida de todos los delincuentes lavadores y narcos y que van a derogar la reforma que quiere reducir a la servidumbre al Poder Judicial. La crítica opositora no es contra los logros del pueblo. Es contra el ladriprogresismo que robó en nombre de los derechos humanos. Varios legisladores opositores quieren declarar imprescriptibles los delitos contra el patrimonio público. ¿Eso es reaccionario? Eso se llama ética y honradez.
Proponen mantener lo bueno y corregir lo malo. El filósofo Tomás Abraham los definió como “un gobierno de ricos votado por los pobres”. Plutocracia, sería la palabra. Aunque Hermes Binner fue más allá y los definió como cleptocracia, es decir el gobierno de los ladrones. Son miradas diversas sobre lo que pasa y porque nos pasa. Cristina asusta con el caos que se viene si ella se va. Vienen Martinez de Hoz y Cavallo juntos. Viene la derecha ultraliberal y antipopular.
Lo dicen los que le dieron a las 500 empresas mas grandes de la Argentina mas de 17 mil millones de pesos de subsidios, el 15% de sus utilidades y que se llevan el 23% del producto bruto, mucho mas que en los ’90, la década satanizada. Son cifras del INDEC y las contó Maximiliano Montenegro en estos micrófonos.
En realidad el peligro es otro. Es la chavización de este gobierno cada vez más sectario y autoritario. Cristina es la única persona que tiene prohibido por la Constitución Nacional presentarse como candidata en el 2015. Si violan la Constitución, si insisten con la eternización de Cristina en el poder, será el fin de la República. Esperemos que reflexionen y no cometan semejante torpeza histórica. Cristina dijo que no es eterna ni lo quiere ser. La verdad es que no puede ser eterna. No puede, ni legal ni biológicamente. Esa es la verdad que es la única realidad.