Papa nacional y popular
El Papa argentino eligió un nombre que lo pinta de cuerpo entero. Porque nuestro compatriota, Jorge Mario Bergoglio, igual que San Francisco hizo votos de pobreza.
El Papa argentino eligió un nombre que lo pinta de cuerpo entero. Porque nuestro compatriota, Jorge Mario Bergoglio, igual que San Francisco hizo votos de pobreza, fue pastor de su pueblo con austeridad republicana y franciscana, precisamente. Será el Papa de los descamisados y los grasitas. Un pontífice que combatirá la exclusión y la corrupción. Son valores permanentes que se pueden leer o escuchar en cada uno de sus discursos, en cada homilía.
Es y será la razón de su vida. Es un hombre de la iglesia de abajo. Por eso fue tan protector de los familiares de las víctimas de tragedias como Once o Cromagnón. Por eso luchó tanto contra los prostíbulos donde los ricos esclavizan a las muchachas pobres. Por eso viajaba en colectivo, visitaba las villas miserias donde era el principal respaldo de los curas que como el Padre Pepe se juegan la vida y le ponen el cuerpo para combatir la marginalidad y la droga. Como Dios manda. Hicieron una opción por los pobres. Y fueron coherentes con su pensamiento.
Tuve el honor de conocer a Jorge Mario Bergoglio y de comprobar su gran formación intelectual, su personalidad de jesuita, su amor por San Lorenzo, Borges y Leopoldo Marechal. No quiero ser irrespetuoso pero soy analista político y no religioso. Siempre tuve la impresión que el hoy Papa Francisco Primero se formó en la doctrina social de la iglesia y también abrevó en el pensamiento peronista. Dicen que hasta militó en su juventud antes de ser técnico químico o profesor de literatura. Hijo de Ferroviario, es un apóstol popular capaz de reparar esa iglesia que está en ruinas como dijo San Francisco.
O de recuperar el verdadero rostro de Cristo ya que su antecesor dijo que las miserias humanas lo habían desfigurado. Tiene una tarea titánica por delante. Volver a poner la iglesia al servicio del pueblo y hacer volver a tantos feligreses que tomaron distancia enojados. Llevar transparencia a las finanzas del Vaticano y castigo a los pedófilos que la mancharon. Es inflexible en temas doctrinarios y por eso llegó a donde llegó. Se opuso como un cruzado al matrimonio igualitario y este es el tema en el que me permito disentir con firmeza.
Pero es increíble que el Papa haya encabezado la confirmación de la hija de Bravito. O que me haya entregado un premio y que me confesara que de vez en cuando le gustaba escuchar este programa mientras tomaba unos mates. Es increíble que siendo tan querido por tanta gente haya padecido el maltrato del matrimonio Kirchner. Desde 2004 el gobierno nacional no quiso participar del Tedeum en la Catedral Metropolitana. Algunos de los esbirros del paraperiodismo oficial fueron capaces de intentar mancillar su trayectoria con mentiras obscenas sobre su rol durante la dictadura y no aportan ni un solo dato, ni una prueba. Dicen que entregó a dos sacerdotes para que los secuestraran cuando Alicia Oliveira, militante histórica de los derechos humanos y ex defensora del pueblo, asegura que Bergoglio intervino para salvarles la vida. Todo lo contrario.
El Papa argentino ayer se inclinó ante su pueblo y pidió que recen por él, como pedía siempre. No fue un gesto cualquiera. Fue toda una definición sobre lo que quiere y lo que piensa hacer. Bergoglio no dejará sus convicciones en la puerta de la Capilla Sixtina. Llegó desde el fin del mundo, como se permitió bromear en un momento tan protocolar, para reconstruir una iglesia menos ostentosa e hipócrita y más cerca de los que menos tienen. Hasta hoy vivía en una habitación muy sencilla en la curia y almorzaba en los comedores barriales de las parroquias. Es un líder carismático. Dicen que es un cura preparado desde siempre para ejercer el gobierno. Sabe lo que quiere y a donde va.
Me contó Angelito Intrieri que el día que le fue a dar la extremaunción, Víctor Suerio, le dijo: “cuando llegue arriba voy a rezar por vos”, y juntos sonrieron. Es el Papa de la Justicia Social. Les pido disculpas a todos sus fieles creyentes. Yo soy apenas un argentino que quiero paz y trabajo para mi patria y para toda la humanidad. Que sueño con un país de gente que haga el bien sin mirar a quien. Con una Argentina que sea el reino de la solidaridad. Así en cielo como en la tierra. Por eso me permito un rezo laico. Y digo, Papa Bergoglio, Francisco Primero: santificado sea tu nombre. Que el pueblo lo bendiga. Hoy y siempre.