Boca fue una fiesta de fútbol y goleó 8 a 1 a Central Córdoba frente a su público
El Xeneize armo un festival en el primer tiempo, después de los festejos por ganar el torneo de Reserva y la Copra Argentina.
Venía de críticas, inseguridades, una Copa Argentina que fue un pequeño premio en un año aciago, la continuidad de Sebastián Battaglia en debate, pero ayer, se desquitó con todo, contra el humilde Central Córdoba de Santiago del Estero en la Bobonera, lo goleó 8 a 1 y le puso un cierre alentados al 2021.
A los 15 minutos del primer tiempo ya, vino un centro Alan Molinas y Cristián Pavón de cabeza, marcó el 1 a 0. Y solamente 7 minutos después, el mismo extremo mando el centró de derecha y Eduardo Salvio con un taco clavó el 2 a 0. Ahí terminó toda disputa del partido.
Mientras la Bombonera vibraba, otra vez Pavón entreó al área con pelota dominado, eludió al defensor que cayó y tocó la pelota con la mano. Penal y el juvenil Exequiel Zeballos clavó el tercero.
Nadie podía parar a Pavón y al cierre de la etapa volvió a encarar, mandó el centro y el "Pulpo" González de cabeza sentenció el 4 a 0 y cerró el primer tiempo a pura fiesta.
Cuando volvieron de los vesturios parecía que nada había cambiado. Tanto que, casi de movida, Salvio, de enorme partido, la paró de pecho de espaldas a la valla y Eros Mancuso que entraba a la carrera, fusiló al arquero. 5 a 0.
Siguió Boca su marcha triunfal y otra vez el imparable Pavón que tuvo una noche de ensueño, desbordó por derecha, enganchó hacia adentro haciendo pasar de largo al defensor y definió cruzado con la pierna izquierda para poner el sexto.
Poco rato después Milton Giménez fue quien la dio el único descuento a los santiagueños, pero ese resuello duro muy poco, por el centrodelantero que Boca encontró en inferiores, Luis Vázquez, puso el 7 a 1, casi de inmediato.
Sobre el final, un centro rasante de derecha a izquierda que nadie alcanzó a tocar, hasta que Sebastián Villa entró para sentenciar un 8 a 1, que quedará para la historia estadísitica y para cerrar con una enorme sonrisa un año que transcurrió mal, pero que cerró con mucha esperanza para los de la Ribera.