F1: Ferrari también 'achata' la suspensión trasera, y te contamos por qué Red Bull no puede
Tanto Mercedes como los italianos logran bajar la parte trasera del auto de manera inmediata y total desde el inicio de la aceleración, ganando velocidad punta sin agregar caballos de fuerza.
Tras la paliza que le dio Bottas a Verstappen en el GP de Turquía, Red Bull, como contamos en este foro, descubrió un sistema para “achatar” la parte trasera del auto en rectas. Ese ingenio, en comunión con el Intercooler (declarado legal por la FIA) que envía aire 'enfriado' a la planta impulsora, le han dado a Mercedes una ventaja apreciable dentro de la enorme paridad con Red Bull. Esto se ha logrado sin agregarle un caballo de fuerza al motor.
Ahora, Sam Collins y Craig Scarborough, dos periodistas estudiosos de la F1, han descubierto que también Ferrari se benefició en las últimas carreras con la adopción de soluciones similares. A la mejora en la acumulación y gestión de la parte eléctrica de su planta impulsora, Maranello le ha sumado una reformulación del grado de incidencia del auto en las rectas para evitar el drag y mejorar así la velocidad tope.
Si bien todos los equipos emplean artilugios de este tipo para evitar el drag en recta, los equipos Red Bull / Alpha Tauri, con su rake (diferencia de altura entre el eje trasero y el delantero) tan amplio, sólo consigue 'achatar' el auto cerca de la aceleración máxima.
¿Cuál es la particularidad que les permite a alemanes e italianos ganar eficiencia en recta? En aceleración, tanto la suspensión delantera como la trasera bajan la distancia al suelo, pero en Mercedes, y en menor medida en Ferrari, la parte trasera baja más que la delantera, y lo hace de una manera inmediata y total desde el inicio de la aceleración.
Yeda ¿se marcará un Yeongam?
El fin de semana del 3 al 5 de diciembre se disputará el primer Gran Premio de Arabia Saudita de Fórmula 1. Pero el circuito de Yeda está menos que a medio construir cuando faltan sólo cinco semanas. Nunca un circuito Tilke fue construido en menos de diez meses (puede llevar hasta un año y medio de trabajo continuo), y el proyecto de Yeda deberá estar finiquitado en ocho.
El mayor problema puede ser repetir la gaffe que aquel GP de Corea del Sur 2010 con un circuito de Yeongam con el asfalto todavía supurando los aceites de un asfaltado reciente. En ese caso, las lluvias convirtieron la carrera en una lotería (que quizá le costó el Mundial de ese año a Mark Webber y que ganó Alonso).