En la previa del Gran Premio de las Américas de Fórmula 1, el Paddock está convulsionado por el anuncio de la FIA de que revisará con mayor rigor el cumplimiento de la normativa de parque cerrado entre la Clasificación y la Carrera. Se sospecha que un equipo que nadie identificó (¿pero que es McLaren?) modifica la altura de la ‘bandeja T’, un sector bajo el auto fundamental para canalizar el aire por debajo del monoplaza. 

Este tipo de modificaciones, si se llevan a cabo, podrían conferir ventajas competitivas significativas, permitiendo a los equipos optimizar sus configuraciones entre la clasificación, donde los monoplazas suelen estar más livianos y con menor carga aerodinámica, y la carrera, que requiere un enfoque diferente debido a la mayor carga de combustible y las condiciones de carrera más exigentes.

En los últimos años, la FIA ha acabado con otras ventajitas de los equipos entre Clasificación y Carrera, como por ejemplo las modificaciones gigantescas en los mapeos de motor, que, a principios de la década pasada a Red Bull, y al final de la década anterior a Mercedes, los hacía invencibles en la Qualy.

McLaren, el equipo sensación de la temporada, que desde España ha venido imponiéndose en la parrilla, acosando el liderazgo omnímodo de Red Bull y Verstappen en 2022 y 2023, ya ha sido revistado por un alerón trasero que aparentemente se ajustaba de manera automática al entrar en curvas de baja velocidad, dando más agarre en las frenadas. 

También se observó a la escudería ‘papaya’ por un posible ajuste en la altura del asiento del piloto, también en período de parque cerrado, lo que permite bajar el centro de gravedad del auto. 

Finalmente, el equipo apuntado por la FIA era Red Bull, que ya a principios de año fue señalado (aunque nunca se confirmó la especie públicamente) como quien se beneficiaba del uso de un ‘freno asimétrico’ que le daba más torque al doblar.