Golpe histórico: Argentina perdió 2 a 1 con Arabia Saudita en el debut
El equipo de Scaloni fue imperdonablemente sorprendido por un rival menor. Comenzó arriba con un gol de penal de Messi y se lo dieron vuelta en el segundo tiempo.
Un inicio tan decepcionante como inesperado. Desconcertante, sorpresivo y con niveles individuales muy bajos. Argentina perdió 2 a 1 con Arabia Saudita en su debut en Qatar 2022. Arrancó arriba con un gol de Lionel Messi de penal, pero en la segunda mitad Saleh Al-Shehri y Salem Al Dawsari se lo dieron vuelta.
El conjunto nacional pareció sorprendido por el planteo rival, algo que en un Mundial parece absolutamente absurdo, con los recursos que existen hoy para estudiar a cualquier equipo. El conjunto asiático se paró en muy pocos metros, con la defensa muy adelantada y los atacantes apenas un par de metros por delante, cerca de la mitad de la cancha.
La Albiceleste comenzó casi con un esquema 4-2-4, con Alejandro “Papu” Gómez demasiado adelantado, mano a mano con los defensores rivales. Casi sin mediocampistas se vio permanentemente tentado a jugar pelotas demasiado largas y difíciles al espacio, y acertó poco. Además, de entrada evidenció cierto nerviosismo.
A los 10 minutos, para aliviarle tensiones, el árbitro VAR, Paulus Van Boekel, le dio un penal que pocos reclamaron, por un agarrón casi imperceptible sobre Leandro Paredes. Messi lo cambió por gol con un remate sutil. Sin embargo, eso no logró distender al equipo argentino.
Siguió con imprecisiones en la búsqueda de pelotas largas y cayó reiteradamente en fuera de juego: siete veces en un tiempo. De esas, en tres oportunidades, los ataques finalizaron en goles, que fueron correctamente anulados. La más fina fue una acción en la que Lautaro Martínez quedó inhabilitado apenas por un hombro.
En la segunda mitad, llegó la tan ansiada distensión, pero lejos de jugarle a favor al equipo que dirige Lionel Scaloni, le fue contraproducente. Comenzaron los errores defensivos y el conjunto árabe, con enorme ímpetu, dio vuelta la historia en siete minutos.
Primero, Saleh Al-Shehri aprovechó una pelota larga que picó varias veces ante la duda de Cristian “Cuti” Romero, y lo superó con una facilidad alarmante con un movimiento corto hacia su izquierda. Ya en el área, se tiró y definió cruzado con suma precisión para empatar.
El seleccionado que dirige el francés Hervé Renard entendió que aquel era su momento y lo aprovechó a fondo. Poco después, tras una jugada que se inició a la izquierda y que nunca concluyó por las dudas defensivas argentinas, Al Dawsari tomó la pelota sobre la izquierda, se sacó dos jugadores de encima y sacó un remate genial que se clavó en el ángulo del segundo palo para el estupor de todo el estadio Lusail.
Argentina se desmoronó en todo sentido. Scaloni movió el banco y sacó a Romero y a Leandro Paredes, casi como un delación de su frágil condición física. Además, salió el “Papu” Gómez, que era de lo mejor, para que ingrese Julián Álvarez en una posición incómoda en la que no rindió.
Desde entonces, las búsquedas fueron desprolijas e infructuosas. Se abusó de los centros sin sentido incluso con la presencia de marcadores centrales que no tienen un juego aéreo tan destacable. Hubo realmente pocas chances reales de empatar el encuentro.
Argentina jugó su peor partido en varios años. Tuvo inseguridades defensivas casi inverosímiles, poca gestación en el medio, errores de planteo y sus diferentes, más allá de la inclaudicable rebeldía de Ángel Di María, el que más intentó en ataque, no la rescataron. La derrota es de las peores en la historia de los Mundiales y lo dejan con chances apretadas para lo que viene.