Irán consiguió un gran triunfo por 2 a 0 ante Gales y sueña con la clasificación
El equipo asiático que había sufrido una enorme actuación inglesa en su primer partido, revirtió su imagen y superó claramente a otro seleccionado europeo.
Irán dio una muestra fantástica de personalidad. No sólo por el hecho de recuperarse tras una fuerte goleada, sino también por haber soportado en este duelo tantos minutos de un resultado que era claramente injusto para el trámite del juego. Agónicamente, se impuso por 2 a 0 a Gales con goles de Rouzbeh Cheshmi y Ramin Rezaeian, y va por la clasificación.
A pesar del golpazo sufrido en la primera fecha ante Inglaterra, el conjunto del Golfo Pérsico fue muy superior a su rival. Ya en el primer tiempo exhibió una idea más clara de juego basada en quitar y salir rápido con mucha gente. Además mostró mucha más decisión para disputar cada pelota dividida.
El equipo británico mostró niveles individuales muy bajos en sus principales figuras. Gareth Bale tuvo muy poco contacto con la pelota y Aaron Ramsey, tal como en el debut frente a Estados Unidos, tuvo un partido extremadamente malo.
En la segunda mitad llegaron las acciones más claras de gol, todas para el equipo asiático, que falló hasta el absurdo. De contraataque tuvo no menos de cinco oportunidades inmejorables y una jugada puntual absolutamente inverosímil. Ramsey la perdió en ataque y Ehsan Hajsafi lanzó un pase largo genial para Sardar Azmoun. El atacante llegó mano a mano, definió recto y la pelota dio en el palo.
De ese rebote la capturó Ali Gholizadeh, que enganchó y sacó un remate a colocar que volvió a impactar en el poste. Una vez más le cayó a Azmoun, que estaba mal pisado, aunque completamente sólo, y de cabeza se la dio a las manos al arquero Wayne Hennessey.
Durante los últimos minutos, el equipo de rojo jugó con un hombre menos justamente por la expulsión de su guardameta, que salió muy lejos a intentar cortar un pase largo que tenía como destinatario a Mehdi Taremi y lo derribó, luego de errarle a la pelota, de un rodillazo en la cara.
Cuando la historia parecía culminar en un injustísimo empate, Irán besó la gloria. En el octavo minuto de descuento, Rouzbeh Cheshmi, que entró sobre el final, aprovechó un rechazó y sacó un disparo desde afuera del área que fue entró colocado contra el palo izquierdo.
Y, como pese a haber agregado nueve, el juez permitió que se jugasen casi 12 más, pudo convertir el segundo de contraataque, ante la desesperación de los galeses. Taremi peleó en el medio, ganó y condujo un ataque contra una defensa desguarnecida. A último momento liberó para Ramin Rezaeian que la picó con sutileza ante la salida del arquero y desató un festejo histórico.
Uno de los equipos más vapuleados de la primera fecha cambió radicalmente su imagen, hizo un partido genial y demostró un enorme carácter para conseguir su tercer triunfo en toda su historia en una Copa del Mundo. En la última fecha enfrenta a Estados Unidos con el sueño, para nada descabellado, de alcanzar los octavos de final por primera vez.