Quilmes le ganó a Vélez en Liniers y sueña con evitar del descenso
Los dirigidos por Caruso Lombardi derrotaron por 3 a 1 a los del Turu Flores, que lleva tres caidas en fila. Ríos, Boghossian y Lema marcaron para el "cervecero", Pratto descontó.
Vélez Sarsfield cayó ante Quilmes por 3 a 1 en el estadio José Amalfitani de Liniers, en un partido por la 14ta. fecha del torneo Final de fútbol, y así desperdició la chance de achicar los cuatro puntos que le lleva Estudiantes de La Plata, el líder del certamen.
Los goles del equipo que conduce Ricardo Caruso Lombardi, que dejó los puestos de descenso, los convirtieron Gonzalo Ríos (5m. PT), el uruguayo Joaquín Boghossian (8m. PT) y Cristian Lema (49m. ST), de penal, respectivamente, en tanto que Lucas Pratto (28m. PT) descontó para el conjunto local, que sufrió la expulsión de Leandro Desábato (48m. ST).
Con este resultado, Vélez, que sumó su tercera caída consecutiva, se quedó con 20 unidades, cuatro menos que Estudiantes (24); mientras que Quilmes llegó a 15 puntos, engrosó su promedio (1,211) y superó a All Boys y Godoy Cruz de Mendoza (1,204) y Argentinos Juniors (1,156), los tres equipos que hoy descienden.
El conjunto de Caruso Lombardi, que en la semana renunció y luego volvió a su cargo por pedido de la dirigencia y los jugadores, golpeó de entrada con los goles de Ríos y Boghossian (por el sector de Fabián Cubero) y después se replegó para jugar de contraataque.
Pero Vélez, que salió `dormido` y repitió los errores defensivos que lo llevaron a perder con Racing Club (1-0) y Argentinos Juniors (2-1), reaccionó y, cerca de la media de hora de juego, descontó con el gol de Pratto.
Igual el equipo de Oscar Flores estuvo lejos del nivel que mostró en la Copa Libertadores, donde está en octavos de final, ya que estuvo endeble en defensa, falto de juego y precisón en la mitad de la cancha y carente de profundidad en ataque.
De hecho, Vélez tuvo entre sus puntos flojos a los zagueros Fabián Cubero y Facundo Cardozo, no funcionó el tándem Lucas Romero-Leandro Desábato en el mediocampo, Jorge Correa fue intrascendente, y Mauro Zárate abusó del individualismo en ataque.
Entonces Quilmes jugó a lo que más le gusta, esperar y lastimar de contraataque. Y con ese plan estuvo cerca de liquidar el encuentro.
Con el transcurrir de los minutos ambos entrenadores movieron los bancos, buscaron más juego, el local, y más marca, el visitante, pero nada cambió.
Quilmes aguantó casi sin sobresaltos la ventaja y hasta la estiró con el gol de penal de Lema en el epílogo del partido; y Vélez, preso de su propia impotencia, casi no inquietó al arquero debutante Walter Benítez.