Viaje al último período creativo de Charly
Encuentro transmitió el primer capítulo del documental con abundantes imágenes inéditas del período 1989-1992. En este caso, la retrospectiva se enfocó en el contundente "Cómo conseguir chicas".
Con el estreno anoche de “García y Los Enfermeros”, serie que sobrevuela la obra y la vida de Charly García entre 1989 y 1992, Canal Encuentro ofreció un singular ejercicio de la memoria en torno a uno de los artistas fundamentales de la cultura popular argentina.
Aunque han pasado menos de 25 años entre el período que visitó la compilación aportada por Daniel García Moreno, hermano del creador, y el presente, la propuesta resultó sobrecogedora y no solamente porque “éramos tan jóvenes” sino por el abismo que parece separar a ambos momentos.
Aunque entonces el mentor de Sui Generis y Seru Girán seguramente no se sostenía en base a chocolatada y vainillas, se lo vió lúcido, vital y emprendedor de un modo que impide presagiar el caos de los excesos por venir y, también, este presente medicamentoso que lo tiene en sombras.
El ciclo que se centra en la cocina de los álbumes "Cómo conseguir chicas" y "Filosofía barata y zapatos de goma", los dos últimos discos completos y valiosos de la genial obra de Charly, abrió mostrando la grabación del primero de ellos en los estudios porteños Ion.
“Un disco implica la energía de mucha gente trabajando junta sobre un hilo conductor”, reflexionó el músico antes de que se revele que había planeado cantarlo en inglés pero su productor, el estadounidense Joe Blaney, lo convenció de que siguiera con el español.
Fragmentos de la presentación del álbum en el Gran Rex de Buenos Aires y el furor latinoamericano por una gira que arrancó pasiones en Venezuela y en Puerto Rico, sumaron postales de otra región, de unos –ahora- “raros peinados nuevos” y de una epopeya casi amateur comparada con los megaproducciones que se conocieron luego.
En ese viaje, García cumplió el sueño de actuar por primera vez en Nueva York y antes de su presentación de marzo de 1990 en el Ritz de la Gran Manzana, se lo puede apreciar como un niño ilusionado y feliz fotografiando la marquesina de la sala con su nombre y el anuncio del show. “El futuro es tan brillante que me voy a poner anteojos oscuros”, ironizó el cantautor en un remanso por las calles neoyorquinas que cierra el capítulo inicial.
Fragmentos de “No me verás en el subte”, “No toquen”, “No voy en tren” y “A punto de caer”, aportan sonidos de entonces a la primera parada de una recorrida emotiva capaz de, al mismo tiempo, ser disfrutada y desnudar cuán cruel puede ser el paso del tiempo.
La grabación de “Filosofía barata…”, el trabajo con Los Enfermeros y una Antología continuarán aportando a esta evocación que los viernes a las 22 puede verse a través del canal del Ministerio de Educación de la Nación.