Condenaron a un hijo de Biden por comprar un arma y mentir sobre su adicción
Hunter Biden podría enfrentar hasta 25 años de prisión, si bien es probable que reciba una condena menor por ser su primer delito penal. Es la primera vez en la historia de los Estados Unidos que un hijo de un presidente en funciones es llevado a juicio y condenado.
En el estado de Delaware, un jurado compuesto por 12 ciudadanos estadounidenses ha declarado culpable a Hunter Biden, hijo mayor del presidente, de tres cargos penales. Dichos cargos están relacionados con la compra de un arma de fuego mientras consumía drogas y por mentir a las autoridades federales acerca de su adicción.
Es la primera vez en la historia de los Estados Unidos que un hijo de un presidente en funciones es llevado a juicio y condenado. Este hecho se produce poco después de la histórica condena al ex presidente y candidato republicano Donald Trump por ocultar un pago a una actriz porno para evitar complicaciones en su campaña presidencial de 2016.
El juicio contra Hunter Biden, de 54 años de edad, tuvo una duración de dos semanas y resultó incómodo para la familia presidencial, ya que se expusieron testimonios de ex parejas, mensajes de texto personales y fotografías comprometedoras. La acusación fue presentada por el Departamento de Justicia, a cargo de David Weiss, fiscal especial designado el año pasado para supervisar las investigaciones relacionadas con Hunter Biden.
Tras ser declarado culpable de los tres cargos, Hunter Biden podría enfrentar hasta 25 años de prisión, si bien es probable que reciba una condena menor debido a que es la primera vez que comete un delito penal. Aún no se ha fijado una fecha para la revelación de la condena, pero según los plazos habituales podría darse antes de las elecciones de noviembre.
Hunter Biden es uno de los hijos del presidente, fruto de su primer matrimonio. Hunter ha sido acusado de comprar y poseer ilegalmente un arma mientras sufría de adicción o abuso de drogas, lo cual constituye una violación de la ley federal. A pesar de declararse inocente de los cargos, Hunter ha reconocido públicamente su lucha contra la adicción al alcohol y al crack.