Detuvieron al líder del cartel Los Caballeros Templarios
El narcotraficante mexicano Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta" fue arrestado por la policía mexicana en la ciudad de Morelia.
El narcotraficante mexicano Servando Gómez Martínez, alias "La Tuta", un ex maestro de escuela que se convirtió en uno de los delincuentes más buscados de México, fue detenido en la ciudad de Morelia, en el oeste del país, informó hoy la Policía Federal.
"La Tuta", líder del violento cártel de Los Caballeros Templarios, está siendo trasladado a la Ciudad de México, informaron las autoridades.
Los Caballeros Templarios es un cártel que surgió como escisión de La Familia en Michoacán dedicado a todo tipo de actividades ilegales, desde la fabricación de droga sintética al tráfico de minerales, y se convirtió en un azote para la región, con secuestros, extorsiones y asesinatos.
"La Tuta" era uno de los narcotraficantes más importantes que quedaban por detener México, junto a otros como Ismael "El Mayo Zambada", después del arresto el año pasado de Joaquín "El Chapo" Guzmán, líder del cártel de Sinaloa. Es famoso por su capacidad corruptora y por múltiples videos con mensajes.
Uno de sus apodos, El Profe, le viene de aquellas época de maestro de escuela, aunque a este hombre de 49 años, por el que la Procuraduría General de México ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos (unos dos millones de dólares), se lo conocía como La Tuta.
Desde hace más de un año el gobierno mexicano y los ahora disueltos grupos civiles de autodefensa de Michoacán, en el oeste del país, lo buscaban en la región de Tierra Caliente del estado, su escenario de operaciones.
El arresto tuvo lugar en Morelia, la capital estatal, según informaron las autoridades. Lo rastrearon por cuevas, cerros y lugares inhóspitos, en especial desde marzo del año pasado, cuando quedó como líder único de la organización tras la muerte de otros dirigentes.
Gómez Martínez, con su gorra beisbolera, bigote y barba rala, era la figura del narcotráfico más mediática de México. Dio entrevistas a televisoras internacionales y locales y solía colgar videos en Internet para emitir sus mensajes.
En 2009 llamó a un canal de televisión de Michoacán para hablar en directo y ofrecer un pacto al gobierno. Dijo que su cártel era un "mal necesario", que respetaba al Ejército pero no a la policía federal y pidió a Dios "durar un poquito más con vida".
"Nunca voy a dejar que nadie me agarre en la Tierra y espero que Dios me dé esa oportunidad", dijo. En meses recientes había acusado también por video a las autoridades de acosar a su familia.
La Tuta empezó en el negocio de las drogas en 2001 vendiendo marihuana por su cuenta. Luego se sumó al cártel de La Familia Michoacana, una organización con ideología seudo-religiosa creada en 2006 por Nazario Moreno, El Chayo, y escaló hasta llegar a ser jefe operativo.
Cuando en diciembre de 2010 el gobierno mexicano dio por muerto -erróneamente- a El Chayo en un enfrentamiento con la policía, Servando Gómez y otros líderes fieles al fundador formaron el cártel de Los Caballeros Templarios.
Desde entonces, se creía que La Tuta había quedado como jefe máximo del nuevo grupo, junto con su socio Enrique Kike Plancarte. La farsa duró más de tres años. Con un mensaje dirigido a sus seguidores La Tuta hizo creer a las autoridades que El Chayo efectivamente había muerto, lo cual no era así.
"Que Dios lo tenga en su santa gloria, donde quiera que se encuentre", dijo Gómez Martínez.
Pero El Chayo operaba todavía. En marzo de 2014 fuerzas federales lo mataron y lo identificaron plenamente y poco después también acabaron con la vida de Plancarte. La Tuta quedó entonces al frente de la organización.
El acecho de las autoridades se intensificó y hubo varias detenciones de alcaldes y funcionarios locales de Michoacán por supuestos vínculos con La Tuta, entre ellos el secretario de gobierno y ex gobernador interino de Michoacán Jesús Reyna.
De acuerdo con un perfil elaborado por las autoridades de seguridad pública hace unos años, Gómez Martínez nació en Arteaga el 6 de febrero de 1966. Se le atribuyen numerosos asesinatos, extorsiones y secuestros, ataques contra instalaciones policiales, de comprar protección a alcaldes y policías y financiar campañas políticas.
Uno de los hechos más sangrientos fue el asesinato de 12 policías federales en 2009, en venganza por la captura de un jefe de La Familia. Los agentes fueron torturados y sus cuerpos aparecieron apilados al borde de una autopista.