Murieron 10 personas y hubo 450.000 desplazados por el fitón Rammasun
Como consecuencia del paso del tifón, once carreteras y un puente permanecen cortados, y se cancelaron cerca de 230 vuelos nacionales e internacionales.
El tifón Rammasun, con ráfagas de viento de hasta 250 kilómetros por hora, dejó 10 muertos y unos 450.000 evacuados en su paso por Filipinas, según el último informe oficial. El Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres del país del sudeste asiático precisó que la mayoría de las víctimas fallecieron golpeadas por árboles o postes abatidos por el viento o sepultadas por muros.
Asimismo, detalló que dos personas resultaron heridas de gravedad por descargas de corriente eléctrica y tres pescadores permanecen desaparecidos desde el martes por la mañana. Si bien las cifras oficiales hablan de 10 muertos, medios locales aseguran que serían más las personas fallecidas basándose en testimonios del personal que integra los equipos de rescate.
Tras el paso de Rammasun, seis provincias debieron declarar el estado de alerta por la devastación causada por los fuertes vientos y las intensas precipitaciones que castigaron particularmente los distritos más pobres en zonas costeras. "Estamos hablando de miles de personas que van a necesitar ayuda para volver a ser independientes", alertó el presidente de la Cruz Roja de Filipinas, Richard Gordon.
Como consecuencia del paso del tifón, once carreteras y un puente permanecen cortados, y se cancelaron cerca de 230 vuelos nacionales e internacionales. Meralco, la compañía que distribuye el servicio eléctrico en la provincia capitalina, aseguró que un 90 por ciento de sus clientes se quedó sin luz después de que sus instalaciones fueran dañadas por la tormenta.
En Manila, capital del país, se registraron importantes daños aunque el tifón no pasó directamente por allí ya que cambió a último momento su rumbo. Aun así, la Bolsa de Valores de Filipinas y las oficinas gubernamentales cerraron, y se cancelaron las clases en todos los centros de enseñanza.
El tifón, de unos 500 kilómetros de diámetro, tocó tierra el martes y abandonó hoy el archipiélago, pero los meteorólogos prevén que las precipitaciones continúen.