En Damasco, la capital de Siria, al menos diez personas murieron en el marco de la represión a la protesta popular contra el gobierno de al-Assad. 

La fecha ha sido calificada como “el gran viernes”, una denominación que tienen connotaciones políticas y religiosas, porque así se llama entre los cristianos de Oriente Medio al viernes santo cristiano. Además, el viernes es el día de descanso musulmán.