Según Maleh, las víctimas perecieron por los disparos de fuerzas de seguridad y de "grupos de matones" que atacaron a los manifestantes. Agregó que los heridos se cuentan por centenares y afirmó que "las manifestaciones siguen aumentando y el régimen es incapaz de hallar una solución por lo que debe irse".



El activista, de 80 años, que estuvo preso en los años ochenta y más recientemente entre el 2006 y el 2009, dijo que la cifra de víctimas fue aportada por informes recibidos en distintas zonas del país.



Entre las áreas donde se registraron disturbios se encuentran las localidades de la periferia capitalina de Douma, Harasta, Tel y Maadamía, así como en las ciudades de Deraa, Izraa, Hama, Homs y Hauran.




La red de noticias opositora, Shaam, en su página de Facebook, dio cuenta de la muerte de un joven en la ciudad central de Homs y de otra persona en un barrio de Damasco. Mientras que la cadena qatarí Al Jazeera confirmó una víctima mortal en Homs, otros dos fallecidos en el barrio de Douma de Damasco y siete muertos en la localidad sureña de Izraa.



Miles de opositores volvieron a salir a las calles de Siria para demandar la salida del poder de Al Assad, después de que éste levantara el estado de excepción. Se produjeron enfrentamientos entre manifestantes y seguidores del régimen, tras los rezos del viernes.



De acuerdo con la oposición, críticos de Al Assad protestaron tanto en la capital Damasco como en otros lugares del país. Sólo en la ciudad de Deraa había decenas de miles de personas manifestándose, aseguraron fuentes de la oposición.



Previamente, las iglesias cristianas del país cancelaron las liturgias en el exterior con motivo del Viernes Santo ante las convocatorias para manifestaciones masivas.



Viernes, sábado y domingo se consideran jornadas decisivas en el país árabe, según el diario español El País. Los propios organizadores afirman esperar nuevos tiroteos y nuevas víctimas mortales mañana ya que los funerales estan destinados a convertirse a su vez en actos de protesta.